Actualmente en México atravesamos por un momento en el que gran cantidad de jóvenes de entre 22 y 24 años han terminado la carrera universitaria y están en busca de nuevos retos dentro de una compañía. Por otro lado, las compañías buscan perfiles que cuenten con experiencia previa como algún servicio social, experiencia como becario o haber realizado prácticas profesionales, que les brinde una visión más práctica de la forma en que se manejan las compañías.
El mercado de jóvenes profesionistas puede dividirse entre los recién egresados, que buscan un horario flexible o días libres en ciertas fechas, y aquellos con experiencia laboral de 3 a 5 años, con un plan de carrera mejor visualizado y que tienen otro tipo de prioridades personales. En ambos casos, a los jóvenes clave les interesa, el posible crecimiento a corto, mediano y largo plazo dentro de la compañía, es decir, que buscan empresas que puedan ofrecerles un plan de carrera bien estructurado.
Dentro de las estrategias de retención de talentos, las más valoradas por los jóvenes profesionistas son los programas de trainees. Las empresas que quieren retener a aquellos perfiles con experiencia previa cuentan con programas de talentos o de trainees, mediante los cuales captan gente muy joven desde el inicio, para educarlos en cuestión de la cultura de la empresa, del trabajo que hacen y transmitirles ese amor a la camiseta permitiéndoles crecer dentro de la compañía.
Al tiempo que las empresas ofrecen esto, los jóvenes talentos exigen un plan de carrera bien hecho y fácil de entender donde puedan ir probando diferentes posiciones en distintas áreas de la compañía, formándose como profesionistas más generalistas. Los jóvenes buscan crecimiento en cuestión de conocimientos y de mayores responsabilidades.
La duración de estos programas depende de la compañía, la industria y el área, pero varían de los tres meses a los cuatro años. Al finalizar el programa de entrenamiento, los profesionales pueden ocupar cargos que van desde analistas senior, supervisores, coordinadores o gerencias junior dentro de equipos multidisciplinarios, los cuales, en la práctica del día a día son los que llevan los proyectos más importantes de las compañías.
La importancia de los programas de trainees radica en que controlan la rotación de personal, ya que al tratarse de los primeros empleos, los jóvenes talentos buscan algo que les guste. La misma modalidad de los programas ayuda a mantener el interés de los jóvenes profesionistas en las compañías, ya que trabajan en diversas áreas y departamentos adquiriendo experiencia en diferentes posiciones. De esta manera, las empresas evitan que los perfiles busquen un reto profesional en otra compañía.
En este momento, es una realidad que la gran mayoría de las empresas no cuentan con algún tipo de estrategia de retención. El talento humano es la parte más importante para triunfar como compañía, existe tanta competencia en todos los sectores que si la empresa no cuenta con el mejor talento humano es difícil que pueda hacer la diferencia en el mercado. Bajo este contexto, consideramos que la única manera de tener este tipo de talento es invirtiendo en la gente desde joven, formando buenos profesionistas para que el día de mañana sean líderes que favorezcan el desarrollo del negocio y permitan competir de manera directa contra todos las demás compañías.
Por Javier Torre, Executive Manager de Human Resources Page Personnel México
Javier Torre es egresado de la Universidad de las Américas Puebla. En 2007 comenzó su carrera en Michael Page México, se ha desarrollado en diferentes áreas: Finanzas, Recursos Humanos, Ingeniería y Manufactura, Ventas y Mercadotecnia. En marzo de 2009 comenzó con la operación de Interim, área dedicada al reclutamiento y contratación de personal de manera temporal. En 2010 inició con la operación de Page Personnel en México.
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Muy buen aporte. Poder retener a los mejores empleados es de vital importancia en toda empresa. La ardua competencia que existe actualmente en el ámbito empresarial exige que todas las compañías mantengan a pleno su competitividad, por lo que asegurar la continuidad de los trabajadores más capaces es fundamental.