Tendencias emergentes en infraestructura 2017

 

Ante  la situación actual en el mundo, podemos decir que el futuro de la  infraestructura a nivel global será guiado por la incertidumbre y la  disrupción: el ascenso de gobiernos populistas, el llamado a una mayor  transparencia y los cambios necesarios en los modelos de inversión.

 

La  infraestructura siempre ha sido uno de los temas centrales para el  desarrollo de la economía, no solo de un país, sino para la comunicación  global. De acuerdo con Tendencias emergentes en infraestructura 2017,  un informe realizado por KPMG International, pone en perspectiva diez  tendencias globales que ayudarán a los tomadores de decisión y a los  inversionistas a considerar en la estructuración de sus negocios los  cambios que influirán en el sector, con el fin de mejorar el enfoque del  financiamiento, desarrollo y la operación de la infraestructura.

 

A continuación describimos cada una de las tendencias que esta nueva realidad demanda:

 

1.    Mayor sinergia entre energía, transporte y tecnología

 

Durante  el próximo año se espera ver gobiernos más responsables que busquen  nuevas formas de planeación integrada de estos sectores y así lograr un  mejor uso de los recursos públicos. En algunos casos, esto requerirá del  establecimiento de nuevas estructuras que fomenten inversiones y una  planeación conjunta entre las diferentes entidades gubernamentales. En  otros casos, se podrá impulsar por medio de un liderazgo enfocado y una  dirección de políticas sólida. 

 

2.    Efecto de la agenda social en los mercados de infraestructura

 

Este  giro hacia agendas populistas, apoyado por la infraestructura,  probablemente nos lleve a tres tendencias secundarias clave: 1) los  presupuestos de infraestructura deben aumentar; 2) proliferación del  proteccionismo donde se da prioridad a los participantes locales por  encima de la experiencia internacional; y 3) un cambio en las  prioridades de infraestructura, no solo hacia activos más populares y  proyectos “que dan prioridad a la gente”, sino también hacia nuevas  tecnologías y modelos que agilicen los proyectos de infraestructura.

 

3.    Comprensión del comportamiento del consumidor, clave para la planeación y gestión de la  infraestructura

 

En  2017, KPMG espera que los gobiernos asuman un enfoque más “ascendente”  hacia la planeación y el desarrollo de infraestructura, dedicando tiempo  a entender las diversas demandas de los usuarios actuales y las  generaciones futuras con el fin de que esto les permita replantear los  programas actuales de infraestructura. El informe también sugiere que  los gobiernos aprovechan estos cambios para resolver algunos de sus  desafíos más grandes de infraestructura, dando incentivos a los  usuarios.

 

4.    Creciente preocupación de los inversionistas por el efecto social y ambiental de los proyectos

 

Se  espera que los inversionistas (públicos y privados) y las instituciones  se esfuercen seriamente por medir y comunicar el impacto real de sus  inversiones. En algunos casos, esto conllevará a tomar decisiones  difíciles a medida que los administradores de proyectos y sus  beneficiarios estén más conscientes de su huella social y ambiental. De  igual manera, es probable que esto conduzca a una mayor competencia por  proyectos que puedan demostrar dichos beneficios. 

 

5.    Mayor productividad a raíz del uso de la tecnología en el desarrollo y gestión de infraestructura

 

Este  año se espera que tanto propietarios como operadores empiecen a  enfocarse en desarrollar planes de tecnología sólidos, equilibrando la  necesidad de una ventaja competitiva contra el deseo de obtener  rendimientos rápidos sobre sus inversiones. Un número selecto de  gobiernos dejarán de ser “visionarios tecnológicos” para convertirse en  “líderes en tecnología” y utilizarán dicha ventaja para relacionarse  mejor con sus ciudadanos e incrementar la eficiencia de su  infraestructura. 

 

6.    Nuevos enfoques de inversión buscarán sacar mayor provecho de la infraestructura ya existente

 

En  un mundo en vías de desarrollo, el reto sigue girando en torno a la  necesidad de infraestructura básica para mejorar la capacidad. En los  mercados maduros se prevé que los propietarios de infraestructura se  centren en hacer inversiones más pequeñas que, a su vez, liberen un  mejor desempeño, capacidad, confiabilidad y prestación de servicios.  Además, se espera que los gobiernos, en particular a nivel de ciudades,  empiecen a pensar en cómo podrían incentivar comportamientos que  contribuyan a una mejor administración de la demanda máxima en varios  sectores.

 

7.    Los gobiernos buscarán liberar el paradigma de financiamiento

 

Se  necesita una solución más estratégica para financiar la infraestructura  y KPMG considera que el 2017 aportará un enfoque renovado en el   “reciclado” de activos. Para tener éxito en cualquier solución de  financiamiento alternativa, los gobiernos tendrán que dejar bien claro a  sus poblaciones la manera en que se utilizarán los recursos.

 

8.    Las facilidades de mejora crediticia pueden volver a sus fundamentos

 

Los  gobiernos deberán pensar más en los grandes beneficios que la  infraestructura genera, en vez de centrarse únicamente en el cierre de  una negociación financiera. Necesitan reconocer la necesidad de asumir  más riesgos en las primeras etapas de su programa de infraestructura  sabiendo que, a medida que maduren, podrán transferir dichos riesgos  nuevamente a los inversionistas o venderlos en su totalidad. También  deben reconocer que tienen un papel que desempeñar en el establecimiento  de mercados, aceptando que el riesgo adicional que asuman sobrepasará  por mucho los beneficios que la nueva infraestructura aporte,  particularmente en las economías emergentes.

 

9.    La búsqueda de rendimientos impulsará la convergencia en el mercado de inversiones

 

Durante  el año entrante, las líneas entre los distintos tipos de inversionistas  se empezarán a difuminar más a medida que continúe la búsqueda de  rendimientos. Algunos equipos de infraestructura harán la transición de  manera exitosa, desarrollando habilidades y siendo más sofisticados al  ingresar a nuevos mercados o incluir en su ámbito nuevos proyectos. El  riesgo, sin embargo, es que algunos pueden llegar a moverse demasiado  rápido y, al hacerlo, asumen riesgos que no entienden por completo con  resultados inesperados.

 

10.  La globalización de la infraestructura continuará

 

Este  año, el informe sugiere que los participantes de infraestructura  cobrarán impulso expandiendo sus capacidades globales y trascendiendo  fronteras nacionales. Sin embargo, también sugieren que habrá fuerzas  que actuarán en contra de la globalización: aumentando el proteccionismo  y las agendas nacionalistas, modificando las preferencias sociales,  aumentando el enfoque en la ‘localización’, nuevas negociaciones  comerciales y otras variables que generan incertidumbre que podrían  enfriar el entusiasmo por la globalización.

 

Estas  diez tendencias sugieren una mayor necesidad de un liderazgo  responsable para el financiamiento, desarrollo y operación de proyectos  de infraestructura en el mundo. El desarrollo y la interacción entre  estas tendencias podrían transformar la manera en que los gobiernos,  negocios y usuarios interactúan e invierten en el sector. También pueden  contribuir a que quienes se encargan de tomar las decisiones, así como  los inversionistas, comprendan mejor los cambios que atraviesa el sector  y catalizar el liderazgo a nivel global por una misma causa.

 

Por: Stephen Beatty, Socio Líder de Infraestructura para la región de Américas de KPMG, e Ignacio García de Presno, Socio Líder de Asesoría en Infraestructura de KPMG en México

asesoria@kpmg.com.mx

 

 

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