Cinco pasos para gestionar los conflictos

Los conflictos en el lugar de trabajo son inevitables, por lo que dominar la gestión y resolución son esenciales para obtener un mayor compromiso y mejores resultados de los empleados. Prueba de ello es que los empleados en Estados Unidos pasan 2.1 horas a la semana involucrados en conflictos interpersonales, lo que equivale a aproximadamente $359 mil millones en horas pagadas, o el equivalente a 385 millones de días hábiles, de acuerdo con el informe global de CPP “Conflicto en el lugar de trabajo y cómo las empresas pueden aprovecharlo para prosperar”.

Udemy, plataforma global de formación para aprender y enseñar en línea, brinda 5 formas de mejorar el enfoque que deben tener una empresa y los empleados para la gestión de conflictos.

  1. Aborde el conflicto con la mentalidad correcta. La mentalidad es nuestra actitud o enfoque hacia cualquier experiencia. Podemos estar agradecidos, resentidos, entusiastas o disgustados. A menudo pensamos que las emociones son una reacción a nuestras experiencias, pero si elegimos una mentalidad primero, determinará cómo abordamos una situación.

Existen algunas mentalidades que son realmente efectivas para manejar bien los conflictos:

Curiosidad, es una de las mentalidades más efectivas para adoptar. Cuando se acerca al conflicto con una mentalidad curiosa y se evita apegarse a un resultado, ayuda a manejar bien el conflicto.

No necesitar ganar, cuando se toma la mentalidad de aprender, resolver y llegar a una solución mutuamente beneficiosa, es menos probable que se aborden las conversaciones de una manera tan difícil. Ser más abiertos en nuestro enfoque.

Gratitud, funciona muy bien cuando se está en conflicto con alguien. Hacer un esfuerzo para detenerse y decir “Realmente admiro y aprecio que tengas una opinión sólida”.

Entusiasmo, cuando se acerca a un conflicto y al proceso de encontrar una resolución con entusiasmo, es más probable que se llegue a un resultado que sea mutuamente beneficioso.

  1. Encuentre el equilibrio entre fuerte y amable. El conflicto es inflamatorio. A menudo desencadena una respuesta emocional, que puede ser diferente para cada persona. Lo mejor es llegar a un punto medio, es ser “fuerte y amable”, es ser realmente directo de una manera cálida sin minimizar el mensaje.
  2. No se ponga a la defensiva. A veces sentimos que tenemos que explicar y defender nuestra posición, pero esto se vuelve agotador para la persona que nos está escuchando. Este es un instinto natural para muchas personas, pero lo que realmente funciona es el enfoque opuesto. Tomarse el tiempo para preguntar a los demás cómo se sienten y por qué, y realmente escuchar sus respuestas, ayuda a avanzar hacia la resolución.
  3. Comprender los resultados de una relación Vs los resultados de tareas. Cada vez que entablamos una interacción con otra persona, producimos un resultado de la relación o de una tarea. Cuando estamos en una situación de conflicto, muchas personas tienden a sobreponer el resultado de la tarea a expensas del de relación. Cuando sacrificamos la relación, resulta más difícil trabajar juntos en el futuro, incluso si se resuelve el conflicto.
  1. Afine sus habilidades para escuchar. Todos creemos saber cómo hacerlo y resulta que no es tan simple. De hecho, es una de las habilidades más difíciles. Si bien dedicamos aproximadamente el 60% de nuestro tiempo de comunicación a escuchar, solo conservamos aproximadamente el 25% de lo que escuchamos.

Redacción

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