Nadie es demasiado pequeño para cambiar el mundo

Los mexicanos somos reconocidos mundialmente por nuestra capacidad de apoyarnos en situaciones de emergencia. (Y lamentablemente no han faltado oportunidades para demostrarlo). Sea porque nos gusta ayudar, porque somos empáticos o porque así nos lo han enseñado, pero como dice Ferrada y Zavala “las actividades altruistas tienen un fuerte impacto positivo en la satisfacción que sentimos con la vida y con nuestra percepción de bienestar”.

Cuando estas acciones son realizadas al interior de una empresa permiten que esos efectos positivos refuercen el vínculo que el empleado tienen con sus compañeros y con la empresa, manifestándose en un incremento en el compromiso que las personas tienen con su trabajo.

Los voluntariados corporativos forman parte de la cultura laboral y algunos, representan un pilar importante de las comunidades de las que forman parte. Sin embargo, para las empresas medianas y pequeñas, gestionar y administrar estos voluntariados, puede ser todo un reto, ya que representan costos altos, incrementan la carga laboral y los impactos sociales parecieran marginales

En años recientes se ha popularizado una iniciativa llamada “Nómina con Causa” o “Salario Emocional”, que permite ofrecer alternativas para que los empleados apoyen a causas que consideren relevantes. El principio de estos programas es destinar dinero a nombre del empleado, a causas e iniciativas sociales, las cuales no necesariamente están vinculadas con la cadena de valor de la empresa. Existen diferentes formas de llevar a cabo este programa, pero básicamente dependerán de la forma como se deseen combinar dos elementos esenciales: el dinero y las causas.

El dinero puede asignarse de dos formas

  1. 100% asignado por la empresa. La empresa asignará un monto fijo a cada empleado y un tiempo límite para que este sea ejercido (usualmente es un año).
  2. 50% o más asignado por la empresa. La empresa igualará la cantidad que done el empleado y establecerá un tope para la donación.  Asignará un periodo de tiempo para que el empleado identifique la causa y una vez que compruebe su donación, la empresa asignará una cantidad igual o mayor a la misma causa.

Las causas / instituciones que se pueden apoyar se pueden elegir de dos maneras:

  1. La empresa preselecciona una lista de causas. En esta opción se sugiere seleccionar fundaciones de segundo piso, que cuentan con un número importantes de programas vigentes; por ejemplo: Monte de Piedad, World Vision, Fondo Unido, Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, etc.
  2. El empleado propone la causa conforme a criterios que permitan asegurar la transparencia del proceso. En esta opción es muy importante definir reglas claras tanto para la causa como para los montos, evitado que la falta de transparencia y potenciales conflictos de intereses, le resten credibilidad al proyecto.

Cada empresa, sin importar su tamaño juega un rol importante en la sociedad y se vincula con ésta de maneras diferentes. Asegurar que los objetivos de negocio de la empresa estén alineados con los objetivos sociales de sus colaboradores, será siempre un acierto.

Mtra. Lorena Llaguno Sañudo, Académica de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México

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