El mes del testamento, se trata de una campaña para hacer conciencia de la importancia de heredar y contar con este documento en el que una persona manifiesta la repartición de sus bienes.
Las autoridades federales fomentan estas campañas con el objetivo de contar con un testamento, un instrumento legal en el que se manifiesta la voluntad que tendrán los bienes y derechos de una persona. De acuerdo con el Colegio de Notarios de México, en el país, sólo 2 de cada 10 adultos cuenta con este documento.
“Tomando como referencia que es un mes donde se promueve la certeza jurídica, también es un buen momento para que las empresas familiares analicen temas como la herencia, plan de sucesión y gobernanza del fideicomiso, ya que la falta de claridad de bienes cuando una persona fallece también afecta a este tipo de compañías y puede ser un motivo de fracaso para la empresa con todo lo que eso conlleva: la pérdida del patrimonio familiar y de empleos”, explica el Dr. Guillermo Cruz, actual Presidente de ACAD y Socio de RSM México.
Un estudio elaborado por KPMG en México establece que el 33% de las empresas consideran como un riesgo latente la planeación inadecuada en la sucesión de puestos clave, por ende, durante este mes de septiembre es un tiempo idóneo para que un negocio familiar analice y cuente con un plan de sucesión.
El Presidente de ACAD añade que “es complejo abordar estos asuntos en una empresa familiar debido a que pueden generar fricciones entre sus integrantes; sin embargo, a futuro los documentos jurídicos son herramientas clave para definir el rumbo que debe llevar el negocio, incluso en la planificación del día a día”.
De acuerdo con ACAD estas son tres consideraciones que deben tomar en cuenta las empresas familiares:
La herencia de una empresa familiar
Uno de los principales retos que enfrenta un propietario de una empresa familiar es decidir la forma en que traspasará los bienes materiales a familiares y allegados.
Datos de ACAD señalan que sólo tres de cada diez empresas familiares sobreviven al cambio de la primera generación y sólo una sobrevive al tercero. En este contexto, el testamento es una forma de dar certeza jurídica y heredar sin dejar problemas a los familiares o socios.
“Es imprescindible elaborarlo para ceder el mando de la empresa sin contratiempos. Es un procedimiento sencillo y económico que puede revocarse por el otorgante en cualquier momento y sólo aplica hasta el momento en que se produce el deceso de la persona que lo elabora. Un notario da legalidad a este trámite, el cual se redacta sin presiones y puntualmente para que el documento plasme justamente lo que el interesado quiere”, afirma el Dr. Cruz.
Plan de sucesión
Diseñar un plan de sucesión es una forma de dar continuidad al negocio en generaciones posteriores. Brinda una mayor transparencia para la operación de la empresa y da claridad en las funciones y responsabilidades de familiares, accionistas y ejecutivos.
Algunos temas a considerar para el plan de sucesión son el perfil del sucesor; la ruta o camino que se seguirá para la transición; identificar los posibles obstáculos que pueden surgir al momento de implementar el plan; acordar un plan de acompañamiento para el sucesor; reglas para el nuevo equipo de trabajo: comunicación interna y externa para el anuncio del nuevo líder, entre otros factores.
Uno de los aspectos fundamentales a considerar en el plan de sucesión familiar es el perfil de los candidatos y designar al más apto para el puesto, además al momento de la sucesión, el candidato debe tener claridad sobre las funciones a desempeñar así como de las acciones prioritarias para la compañía.
Fideicomiso como un modo de gobernanza
La estructura fiduciaria también es viable como una manera de establecer reglas específicas a futuro para los propietarios y administradores que encabezarán la empresa cuando el fundador fallezca. Es una alternativa para que las instrucciones del dueño se cumplan a cabalidad inhibiendo problemas a futuro.
A través de los fideicomisos se puede establecer la administración de recursos para que los nuevos propietarios no intervengan de forma directa en la administración, pero a la vez mantengan recursos suficientes para su sustento; siempre en apego a las políticas previamente establecidas.
“El mejor método para planificar una sucesión es aquel que cumpla con los intereses del fundador y a la vez proteja el patrimonio de la empresa familiar. Una debida planeación a tiempo inhibe problemas a futuro”, concluye el Presidente de ACAD.
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