Consejos prácticos para perfeccionar la exhibición de tus productos

 

En las estrategias de venta, el estímulo visual es un pilar que sostiene la decisión de compra,  la popularidad de un producto y su permanencia en la memoria del consumidor. 

 

Lo ideal es que tu producto sea irresistible y que a tu cliente no le quede duda que está tomando la mejor decisión al llevar tu producto. ¿Cómo lograrlo? No hay que romperse mucho la cabeza tratando de encontrar el hilo negro o asumir que algo funcionará mágicamente sólo por hacerlo más brillante o llamativo. 

 

Para perfeccionar la exhibición de los productos, a continuación te damos algunos consejos que te servirán.

 

• “El que no enseña, no vende”. Este dicho es más que conocido, pero te sorprendería ver cuántos puntos de venta tienen productos escondidos, en lugares inaccesibles, con poca iluminación o peor, ni siquiera exhibidos en tienda. Busca que tus productos estén al frente y a la altura de tus consumidores, disponibles para que los conozcan de cerca y no haya dudas de sus características. 

 

Exhibe conscientemente. Si tus productos son perecederos o requieren refrigeración especial, la inversión en buenos aparatos eléctricos es indispensable. Si actualmente tienes uno ineficiente o que no permite que se aprecie bien su contenido, explora todas las posibilidades que tienes para renovarlo con el Eco Crédito Empresarial. Conoce más en www.ecocreditoempresarial.com/

 

Da una prueba de tu producto. En cuestión de alimentos, bebidas, productos de uso personal como cremas y perfumes, dar una muestra de lo que ofreces es aventajar a la decisión de compra. Recuerda que en las demostraciones y degustaciones debe estar a cargo una persona que conozca perfectamente el producto y su historia, ya que su trabajo será complementar la información que el consumidor obtiene al probarlo y, en caso de dudas, que sepa responder y recomendar correctamente. 

 

Conoce a tus clientes. Si tienes poco con tu negocio, irás conociendo poco a poco qué están buscando las personas que se acercan a tu marca y, conforme a esto, podrás adaptar los empaques y la presentación. Quizás algo que funcionó muy bien al inicio se puede perfeccionar conforme otras personas lo usan, o hay un producto muy vendido que ya ha sido probado una infinidad de veces y ahora sólo tiene que estar a la mano en el exhibidor. Escúchalos y adapta la exhibición de tus productos a las necesidades que tienen. 

 

Acomoda conforme a precios. Los productos más costosos deben estar en lugares específicos y no necesariamente a la altura de los ojos o de las manos. Si un cliente está dispuesto a pagar un poco más por un producto más caro, sabrá de antemano que no está entre la categoría promedio y lo buscará en un estante distinto, una isla de exhibición o un punto que no esté a la pasada.

 

Redacción

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