3 puntos para hacer felices a tus clientes

Más allá de buscar venderle algo y que el cliente pague por ello; la clave está en qué tan feliz es el cliente con la solución que está comprando.  El éxito a menudo no depende solo de un buen producto o servicio, sino de cómo las compañías logran conectar con sus clientes para que estos conozcan los beneficios y el valor que hay detrás de lo que están adquiriendo.

Ante la llegada del Blue Monday, el día más triste del año, que ocurre este 15 de enero, estas son tres razones compartidas por Happpy, para tener clientes felices:

1. Los clientes felices son tus mejores vendedores

La conexión emocional con los clientes va más allá de las transacciones. Al establecer una relación genuina, los clientes se sienten parte de tu historia, lo que lleva a un sentido de pertenencia y lealtad, que no sólo se ve reflejado en las compras recurrentes, también en la difusión de tu marca.

2. Storyselling, para hacer felices a tus followers

No hay nada como una buena narrativa para conectar con la audiencia. Lo primero es contar un problema a través de una historia (story), después viene la parte del selling, donde el emprendedor hace una oferta. Así genera contenido de valor que atrae y vende, sin tener que pagar publicidad. El resultado es nuevos clientes felices.

“¿Por qué los clientes buscan una historia? Por qué son algo tan natural para nosotros como existir. Y no, esta no es la historia de cómo nació tu negocio, sino de dónde nace y a dónde va. Debes decirme por qué yo quiero formar parte de esa historia como tu cliente. Si tú crees en tu marca y haces que otros crean en ella, ya la hiciste”, destaca el fundador de Happpy.

3. Vendeles el unicornio

Pocas cosas hacen felices a las personas como las ofertas irresistibles. El problema es que casi nadie sabe cómo lograrlo. “Para esto aprendí un concepto de Alex Hormozi y es: ‘vendeles el unicornio’. En lugar de construir lo más irresistible en secreto asumiendo que lo que tú dices es perfecto, hazlo al revés, acércate a tus clientes potenciales y diles:’ no te vine a vender te vine a escuchar, si tú tuvieras este problema cuál consideras que sería la solución ideal y ellos te van a empezar a describir el unicornio: su producto perfecto, no el tuyo”, afirma Pepe.

El siguiente paso es replicar esto con más personas, tomar ese feedback y darle forma a ese unicornio, desarrollar la oferta que los hará felices. Esto además de ser sumamente útil porque implica que el emprendedor le da al cliente lo que busca, también lo hace sentir escuchado y valorado

“Cuando hablamos de venderle un producto a alguien lo que muchos olvidan es que lo que vendemos es ‘algo’ y a quien le vendemos es ‘alguien’. No tratamos con máquinas y mucho menos con números en una página de Excel, y por eso si queremos llegar a más gente y ser más exitosos, pensar en lo que sienten y piensan los clientes, abordando esa felicidad que buscan en el producto, es el número de ruleta al que pocos apostamos y que nos da la victoria”, destaca Pepe, fundador de Happpy, comunidad de e-learning para emprender a ser feliz.

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