En la mayoría de las PyMEs es natural que los miembros de la familia participen en la empresa, empezando por las parejas. Una relación cuyos miembros trabajan juntos puede ser saludable si ambos ponen reglas y cada quien mantiene sus propios espacios individuales.
Para trabajar con nuestra pareja hay que estar preparados emocionalmente, ya que sostener este tipo de relaciones no es simple. Si bien puede ser sumamente beneficioso en muchos aspectos, a la vez puede generarse cantidad de conflictos. La clave está en poder encontrar el equilibrio para superarlos, de modo tal que ambos miembros resulten beneficiados, sin que los problemas de un ámbito invadan el otro.
Es necesario aclarar que nos referimos a parejas asentadas, que comparten un proyecto de vida en común, y no a relaciones ocasionales.
Algunos consejos para una relación saludable, si trabajas con tu pareja:
– En primer lugar, debemos comenzar estableciendo límites claros entre cada ámbito, separando los asuntos que atañen al ambiente laboral de los del hogar, para no caer en el deterioro de ambos. No podemos permitir que las conversaciones, en cada cena familiar, estén referidas a los problemas de la oficina, ni que los problemas en la oficina sean la consecuencia de una discusión de pareja, ya que la situación se terminará tornando insostenible.
– Es recomendable que cada uno le otorgue espacio a sus intereses personales, para prevenir que la relación se desgaste a causa del aburrimiento y la rutina que conllevan compartirlo todo. Podemos realizar actividades de forma independiente, como practicar un deporte, ir al gimnasio, salir con amigos, etc.
A su vez, esto puede permitirnos disfrutar de grupos de amigos por separado, que nada tengan que ver con el ámbito laboral, ya que si todos los conocidos de la pareja fueran otros colegas, el empleo desgastaría la relación enteramente. Gracias a la autonomía e independencia que genera que cada uno conserve sus propias amistades, la pareja se verá fortalecida permitiéndose pasar un tiempo solos y relajados, de manera saludable.
– Es necesario hacer frente a los problemas que pudieran surgir al compartir la oficina con nuestra pareja, y concentrarnos en mantener una relación de tolerancia en ambas esferas de la vida, para lograr que nuestro equipo funcione positivamente, tanto fuera como dentro del trabajo.
Pero no todo es tan complicado, también hay beneficios de trabajar con nuestra pareja.
Muchas veces, es posible generar vínculos de mucha confianza, compresión y comunicación. A la hora de enfrentar problemas en el trabajo, no existe nadie capaz de comprendernos mejor que nuestra pareja, ya que experimenta nuestras mismas preocupaciones, y tiene un conocimiento bastante completo de las situaciones y personas que influyen en el ámbito laboral.
Adriana Maass
También podría Interesarte