De acuerdo a cifras de la Secretaría de Economía, en México existen cerca de 470 mil contadores y auditores, mismos que se encargan de mantener bajo control y en regla las transacciones que ocurren dentro de las empresas. Sin ellos, la relación con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) sería mucho más compleja.
Por eso, Siigo-Aspel comparte algunas de las funciones que realizan los contadores que podrían ayudar a tu empresa:
Regulaciones: las regulaciones del SAT suelen cambiar año con año y a veces de un mes al otro. En ocasiones no es suficiente con seguir las redes sociales del gobierno: se necesita alguien que sepa del complejo lenguaje fiscal para traducirlo a los administradores de la empresa. Un contador es el mejor aliado para evitar sanciones, pero también para conseguir incentivos fiscales por hacer bien las cosas.
Automatización: los contadores actuales, sobre todo los de mejor nivel, saben utilizar herramientas digitales para automatizar sus procesos. Para esto pueden usar plataformas como Aspel Coi, la cual simplifica la contabilidad, manteniéndote al día con las obligaciones fiscales. Además, como plataforma da información fiscal sobre proveedores y clientes, lo que ayuda a tener relaciones sanas y competitivas.
Planificación de tus cuentas: tú lo sabes, la planificación es clave para el buen funcionamiento de una empresa. Los contadores pueden ser claves en este aspecto, ya que con sus conocimientos se puede reducir la carga fiscal y ahorrarte un buen dinero en compras que parecen buena idea, pero que no lo son.
Los costos: el diablo está en los detalles. Los contadores pueden ayudarte a detectar ineficiencias operativas en tus gastos, tanto en costos como en rentabilidad de ciertos procesos y productos. Pueden auxiliarte para entender mejor cómo funciona tu empresa, cómo debería funcionar y cómo hacerla crecer a través de finanzas saludables.
En resumen, difícilmente un emprendimiento sobre sin el apoyo de un contador, en primera instancia por tratarse del guía que permite cumplir con la obligatoriedad del Sistema de Administración Tributaria (SAT), pero también funge como un estratega respecto a la utilización de las finanzas.
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