En el día del Medio Ambiente es necesario revisar nuestras políticas de Responsabilidad Social y si no hay ninguna es momento de ir adoptándolas de manera paulatina ya que no sólo es un asunto de proteger al planeta, también se ve reflejado en los costos, productividad y por otro lado es una imagen que a tus clientes les agradará.
A continuación se dan unas recomendaciones sencillas de asumir que conseguirán empresas y trabajadores más “verdes”, sostenibles y competitivos:
1. Reducir, reutilizar y reciclar. Bolígrafos, cartuchos y tóneres de impresora, pilas, vasos y botellas de plástico, etc. contienen diversos compuestos contaminantes para el medio ambiente y la salud. Por ello, conviene utilizar sólo los imprescindibles (reducir), ampliar su vida útil y reutilizarlos lo máximo posible (evitar de paso los productos de usar y tirar), y cuando acaben su vida útil, reciclarlos de forma conveniente.
Los gestos sencillos y prácticos que se pueden hacer son muy variados: usar el papel por las dos caras; mandar mensajes por internet e imprimir lo mínimo necesario; rellenar los tóneres y cartuchos de tinta; reutilizar los sobres y cajas; poner papeleras diferenciadas para reciclar papel, plásticos y orgánicos; llevar tazas, vasos, jarras o bidones para evitar recipientes de un solo uso; utilizar pilas recargables.
2. Ahorrar energía y agua. El consumo energético, además de ser uno de los gastos principales de una empresa, supone un impacto en la naturaleza. Ahorrar energía sin disminuir la capacidad de trabajo es posible y también es bueno para las cuentas de la empresa y el medio ambiente.
Las acciones pueden ser muy diversas, como apagar las computadoras u otros equipos si no se utilizan, no usar el ascensor. Los electrodomésticos, equipos de oficina, focos, etc. de bajo consumo valen algo más que los convencionales, pero al final de su vida útil han supuesto un considerable ahorro de energía y dinero. La iluminación puede suponer hasta el 30% de la factura energética del total de una oficina. Por ello es muy recomendable asumir criterios ecológicos en su uso.
EL aire acondicionado es mejor utilizarlo solo cuando sea necesario, aprovechar antes la regulación natural de la temperatura o vestir de manera cómoda para reducir el uso del aire acondicionado. En cuanto al frío, también se puede combatir de forma ecológica y económica.
3. Teletrabajo. Las empresas que pueden incorporar este régimen, ya sea a tiempo completo o en determinados días de la semana, además de reducir costos y mejorar su productividad, también ayudan al medio ambiente. Por su parte, los teletrabajadores pueden ser más ecológicos en su entorno de trabajo y en su forma de realizar sus obligaciones cotidianas.
4. Utilizar materiales con certificado ecológico. A la hora de comprar papel, material de oficina, muebles, etc., conviene fijarse si llevan ecoetiquetas. También es importante fijarse si los útiles de trabajo están hecho de materiales reciclados, reciclables, biodegradables, y elegir así estos en vez de otros que no lo sean.
5. Trabajar en edificios e instalaciones ecológicas. La mejora del ambiente de trabajo no es un costo, sino una inversión, porque aumenta la productividad de sus ocupantes. Por ello, cada vez más empresas incorporan criterios de sostenibilidad, como la certificación medioambiental ISO 14001, o la construcción de edificios y oficinas con certificación LEED, Certificación Verde.
Adoptar el camellón frente a la oficina, colocar un techo verde o los jardines verticales es otra forma de ayudar al medio ambiente además de darle un distintivo a tu empresa.
Adriana Maass
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