Iniciar el camino del emprendimiento es, tal vez, una de las decisiones profesionales más compleja y dura que se puede tomar.
La enorme responsabilidad acompañada de la falta de recursos, de experiencia, decisiones equivocadas, entre muchos otros aspectos, pueden convertir al emprender en una experiencia desafiante. No por nada el 75% de los emprendimientos en México fracasan en sus primeros años de vida.
No hay duda: tu vida como emprendedor siempre va a estar llena de momentos de estrés. La clave está en aprender a manejar esos momentos para que no te impidan pensar con claridad y puedas encontrar las mejores soluciones a los retos que enfrentarás en tu día a día.
Hay muchas estrategias que puedes aplicar para emprender sin estrés. Hoy, te vamos a presentar algunas de ellas.
Estrategias para controlar el estrés al emprender
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Dormir bien es fundamental
De nada sirve el trabajo duro si no obtienes las horas necesarias de sueño cada noche. Dormir bien ayuda a fortalecer las conexiones neuronales, lo que se traduce en:
Claridad de pensamiento y razonamiento.
Mejores reflejos.
Mayor capacidad de concentración y atención al detalle.
Mejora en la toma de decisiones.
Mayor creatividad.
Para poder dormir las 7 a 8 horas recomendadas cada noche, además de almohadas cómodas, tienes que seguir una rutina de higiene del sueño. Esto implica que una hora antes de dormir evites los estimulantes y los distractores ambientales (café, luz de las pantallas) y realices una sesión de relajación y respiraciones profundas. También puedes apoyarte de suplementos o medicamentos, aunque siempre con la supervisión de tu médico.
Si necesitas cambiar tu almohada vieja por una más fresca, hipoalergénica y que se adapte a tu cuerpo, checa aquí el precio de almohadas.
Evita caer en el endeudamiento
Al principio, todos los negocios tienen recursos muy limitados o inexistentes. Si a esto le sumas que la mayoría de los emprendedores no saben manejar sus finanzas y, además, suelen pedir dos o más créditos, el resultado siempre termina en desastre.
Si quieres evitarte mucho estrés y dolores de cabeza por temas financieros, debes buscar y seguir buenas prácticas para manejar tu dinero y emprender de forma exitosa.
Y, si no estás seguro de por dónde empezar, lo mejor será que busques la asesoría de un profesional financiero.
¡Planifica!
La falta de planeación es una de las principales 5 causas de fracaso en las startups mexicanas.
Es muy común que el desarrollo de productos tome más tiempo, recursos y esfuerzos de lo que se tenía previsto, lo que puede terminar siendo problemático y costoso para la empresa.
Para evitar la preocupación, el estrés y la angustia constantes que trae consigo el no saber que sigue, tienes que trazar una ruta de acción con fechas límite realistas, considerando a los actores clave involucrados en tu proyecto.
Tu plan debe adaptarse a la capacidad que tienes para cubrir ciertas necesidades de tus clientes a lo largo del tiempo, sin que tu lista de pendientes se desborde todos los días.
Recuerda: una idea sin planificación, es solo una alucinación.
Encuentra el balance
Sabemos que emprender es un trabajo “de tiempo completo”. Sin embargo, necesitas asignarte un horario de trabajo, con tiempos para descansar y comer, en donde tengas una hora de entrada y una hora de salida.
Hay muchos mitos acerca de productividad y “hábitos emprendedores” que pueden resultar perjudiciales para la salud.
No destinar tiempo a la recreación, para convivir con tu familia y amigos puede afectar tu rendimiento a causa del estrés crónico, incluso provocar depresión. ¡No eres una máquina!
Piérdele el miedo al fracaso
Emprender es un sinónimo de aprendizaje constante. Y no hay mejor maestro para el emprendedor que el fracaso.
Fallar es una excelente herramienta que te puede brindar información acerca de tus limitaciones y los puntos débiles de tu estrategia de negocios.
Aunque es un tema tabú en nuestra sociedad, tienes que saber que fallar que te ayudará a entender que hay situaciones que van a estar fuera de tu control, a conocer tus limitaciones y te dará la experiencia necesaria para adaptarte, crecer y obtener mejores resultados.
La mejor manera de perderle el miedo a fallar es saber que un emprendimiento es un camino largo. Toma nota de lo que te sale bien y continúa haciéndolo; si algo sale mal no lo pierdas de vista, enfócate en corregirlo de manera positiva y crea estrategias para no volver a caer en la misma trampa.
Siempre ten un plan B
Por último, aunque tengas todo “controlado”, necesitas tener un plan en caso de que tu empresa ya no pueda continuar.
Ya sé. Suena como si hicieras planes para el fracaso, pero no hay nada más tranquilizador que saber que, en caso de que de repente todo salga mal, no vas a quedarte en la calle.
Habrá quien, por ejemplo, gracias a su ahorro tenga tiempo para buscar un nuevo trabajo, o quien regrese a vivir con sus padres. También existirá quien no tenga ninguna de las dos opciones.
Por eso, antes de lanzarte de lleno a emprender, sopesa los riesgos y arma tu plan B.
Esperamos que estas estrategias te ayuden a iniciar tu próximo emprendimiento con menos estrés. ¿Cuáles ya pusiste en práctica y cuáles vas a comenzar a utilizar?
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