Con el 2025 a la vuelta de la esquina, una planificación financiera efectiva es fundamental para que las empresas puedan enfrentar los retos del nuevo año y fortalecer su estabilidad operativa. La realidad del entorno empresarial en México es desafiante: entre mayo de 2019 y mayo de 2023, cerraron 1.4 millones de empresas, lo que subraya la importancia de una buena administración y la capacidad de prever y adaptarse.
En palabras de Freddy Valdovinos, Director Ejecutivo de QuodPraesens HR Consulting, “Debes conocer en qué momento está la empresa, para sobre esa base planificar tu estrategia de RRHH. No es lo mismo una empresa en un período expansivo, que una que está en una etapa recesiva”. Su recomendación ilustra la necesidad de una planificación contextualizada y realista.
¿Por qué muchas empresas fracasan?
Datos de INEGI muestran la volatilidad del entorno: de 1.7 millones de empresas que surgieron en este periodo, 1.4 millones ya cerraron. Además, según la Radiografía del Emprendimiento 2023, el 27.6% de estas empresas tuvo problemas con la administración del capital, mientras que un 31.6% enfrentó falta de liquidez. Estos datos demuestran que la falta de una planificación financiera sólida es uno de los principales factores que contribuyen al fracaso de las empresas.
Claves para una planificación financiera efectiva
1. Analizar la situación actual de la empresa
El primer paso es entender en qué situación financiera se encuentra la organización. Preguntas como “¿Cuáles son las prioridades clave?” y “¿Existen cambios legales que puedan afectar los presupuestos?” son esenciales para identificar los puntos críticos y preparar el terreno para un presupuesto adecuado.
2. Diseñar un presupuesto alineado con la estrategia empresarial
Un presupuesto efectivo debe estar alineado con los objetivos estratégicos de la empresa, considerando el crecimiento y los recursos disponibles. Es recomendable revisar el presupuesto del año actual y ajustarlo según las previsiones de crecimiento. Según Jorge Cabezón, Director de la Asociación de Ética Empresarial y Organizacional de Chile, “es esencial planificar de acuerdo con los recursos disponibles para garantizar la experiencia, bienestar y crecimiento de los colaboradores”.
3. Incluir flexibilidad para imprevistos
Felipe Cuadra, CHRO y Co-founder de Rankmi, destaca que un presupuesto flexible permite a las empresas adaptarse a situaciones cambiantes y cubrir imprevistos. Establecer un margen para ajustes necesarios brinda seguridad ante la incertidumbre.
4. Invertir en retención y atracción de talento
El éxito de una empresa depende en gran parte de su talento. La retención puede consumir entre el 20% y el 40% del presupuesto, dependiendo del nivel de rotación. Esta inversión suele ser más rentable a largo plazo, ya que reemplazar empleados es costoso. La atracción de nuevo talento requiere un presupuesto menor, alrededor del 15% al 30% del total destinado a recursos humanos.
5. Incorporar tecnología para optimizar la gestión
La tecnología es clave para una gestión eficiente. Herramientas tecnológicas pueden ayudar a automatizar procesos, reducir costos y mejorar la administración del personal. Cuadra señala que la inversión en tecnología suele representar entre un 10% y un 25% del presupuesto total.
6. Desarrollar múltiples escenarios
Fernanda Riffo, Chief Operating Officer en Rankmi, recomienda trabajar con diferentes escenarios y proyecciones para adaptarse a cambios que puedan surgir en el año. Esta planificación proactiva ofrece a las empresas flexibilidad y capacidad de respuesta ante imprevistos.
Monitorear indicadores clave
Para asegurar la efectividad del presupuesto y de la estrategia general, es fundamental contar con indicadores que permitan monitorear el rendimiento de la organización. Entre los más importantes están la tasa de rotación y retención, los costos asociados a salarios y beneficios, y la participación en programas de capacitación. Estos indicadores ayudan a la empresa a entender el impacto de sus decisiones en el personal y en la productividad.
Conclusión
Iniciar la planificación presupuestaria con antelación para 2025 es un paso esencial para ganar ventaja competitiva en un entorno desafiante. La flexibilidad, la alineación con los objetivos estratégicos y una visión integral son clave para garantizar el éxito y la estabilidad de la organización en el largo plazo.
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