El poder de la mensajería en Latinoamérica
En Latinoamérica (octubre de 2025), las aplicaciones de mensajería se han convertido en un eje central para las relaciones humanas —y también para las estrategias de negocio de las marcas. Mientras que los SMS tradicionales ya son vistos como obsoletos por muchos, las apps como WhatsApp, Telegram, Facebook Messenger o el emergente RCS ofrecen una plataforma rica en funciones: chats grupales, envío de multimedia, stickers, ubicación, voice notes, llamadas y video.
Para los empresarios, entender cómo chatean los latinos no es solo un dato cultural: es una oportunidad estratégica para innovar en atención, marketing conversacional y fidelización.
A nivel global, WhatsApp sigue ostentando el primer lugar con más de 3 mil millones de usuarios activos. Pero en Latinoamérica, su penetración y uso cotidiano la posicionan como canal privilegiado de comunicación personal, profesional y comercial.
Ranking regional de apps de mensajería: qué prefieren los latinoamericanos
Según el análisis de Infobip —plataforma global de comunicaciones en la nube—, estas son las apps de mensajería más usadas en algunos países latinoamericanos (y EE. UU.):
| País | Top 5 apps de mensajería (por penetración estimada) |
| Brasil | WhatsApp (85 %), RCS (70 %), Instagram (65 %), Messenger (45 %), Telegram (35 %) |
| Argentina | WhatsApp (80 %), Instagram (60 %), Messenger (50 %), RCS (35 %), Apple Messages (10 %) |
| México | WhatsApp (75 %), RCS (50 %), Instagram (45 %), Messenger (45 %), Telegram (25 %) |
| EE. UU. | RCS (80 %), Instagram (55 %), Apple Messages (50 %), Messenger (45 %), WhatsApp (30 %) |
Estos porcentajes indican el potencial de alcance: usuarios que tienen instaladas y activas esas aplicaciones, pero no necesariamente ya abiertas a ser contactados por marcas, lo cual lleva al tema del consentimiento (más adelante).
En Brasil, por ejemplo, WhatsApp domina con una penetración del 85 %; allí Meta probó la función WhatsApp Payments, que permite compras dentro de la propia app sin necesidad de salir hacia portales externos.
Pero ese dominio convive con el auge de RCS, pues los operadores brasileños presentan un alto nivel de compatibilidad con dicho protocolo, lo que ha permitido que las marcas consideren RCS como un canal empresarial relevante.
En México y Argentina la historia es similar: WhatsApp sigue siendo casi omnipresente, con penetraciones del 75 % y 80 %, respectivamente. Las apps tienden a expandirse orgánicamente, añadiendo funciones que incentivan el uso social y de recomendación entre usuarios. Una vez que una app tiene masa crítica, su atractivo para las empresas crece: es más fácil que el cliente frecuente ese canal para contactar marcas.
En Estados Unidos, el panorama es distinto: la elevada presencia de iPhone (y el uso generalizado de SMS ilimitados) limita la dominancia de WhatsApp. Allí, los usuarios están acostumbrados a que su plan móvil incluya mensajería directa integrada (SMS/iMessage), lo que moderó el crecimiento de apps independientes como WhatsApp.

El “gran salto”: RCS y la convergencia de mensajería enriquecida
Hasta hace poco, uno de los grandes obstáculos para que las marcas desplegaran campañas de mensajería enriquecida en América Latina era la fragmentación de sistemas: Android dominaba ciertos mercados, iOS otros, y la comunicación entre ecosistemas solía degradarse (por ejemplo, de chat enriquecido a MMS).
Con la llegada de iOS 18, Apple anunció soporte para el estándar RCS (Rich Communication Services), lo que facilita que los usuarios de iPhone puedan recibir mensajes enriquecidos nativos, sin depender exclusivamente de iMessage.
Ese cambio ha sido disruptivo: desde que se activó el soporte, el tráfico global de mensajes RCS en la plataforma Infobip creció cinco veces, con un incremento del 1,400 % solo en Norteamérica.
En Latinoamérica, la tasa de adopción también está apuntando hacia arriba: RCS y WhatsApp son los canales de mensajería que más crecen en la región.
De hecho, con este avance, empresas como Samsung México han apostado por el RCS como canal principal más allá del SMS tradicional.
Algunos analistas proyectan que el tráfico de RCS A2P (aplicación a persona) pasará de niveles modestos a cientos de miles de millones de mensajes en Latinoamérica hacia 2029. México y Brasil estarían a la vanguardia de esa adopción, con un crecimiento estimado anual compuesto de 57 % y 66 % respectivamente.
Este escenario convierte al RCS en una palanca emergente para las marcas que busquen un canal con capacidad conversacional enriquecido, sin obligar al usuario a descargar una app nueva.
Una consecuencia: la mensajería ya no es solo un canal de notificaciones. Con RCS, las marcas pueden construir experiencias conversacionales que integren catálogo, botones de acción, formularios, pagos, recordatorios, encuestas, multimedia… todo dentro de la misma conversación.
Consentimiento, seguridad y límites regulatorios
Un punto que no puede pasarse por alto es el aspecto del consentimiento. Las cifras de penetración señaladas representan usuarios que tienen una app instalada y activa, pero una empresa no puede enviar mensajes automáticos sin autorización explícita de la persona.
“Los porcentajes de penetración indican la proporción de usuarios telefónicos en cada país a los que se puede acceder a través de una aplicación específica; sin embargo, en la mayoría de los casos, una empresa necesitará obtener la autorización expresa de una persona antes de poder enviarle mensajes”, explica Fabiola Jiménez, Country Manager de Infobip México (cita incluida en tu base de información).
En esencia, aunque el canal exista, la marca debe respetar las reglas de opt-in, gestión de bajas, frecuencia y límites anti-spam.
Además, los protocolos de mensajería empresarial (ya sea WhatsApp Business, RCS Business Messaging o plataformas CPaaS) suelen requerir verificación de marca, controles estandarizados para evitar spam, y cumplimiento regulatorio con operadores y autoridades.
La seguridad también es crucial: aunque RCS no garantiza cifrado extremo tipo “end-to-end” en versiones iniciales, los operadores validan remitentes y filtran mensajes sospechosos.
Qué significa todo esto para las marcas y empresarios
1. Adaptarse al canal correcto en cada mercado
No existe una “app perfecta” global que funcione igual en todos lados. En Brasil, México o Argentina, WhatsApp seguirá siendo el punto de partida natural. Pero el potencial de RCS (o de otros canales emergentes) no puede ignorarse.
Las marcas que incorporen una estrategia omnicanal de mensajería —usando WhatsApp, RCS, Messenger, Instagram, etc.— podrán llegar mejor a su público objetivo.
2. Invertir en infraestructura de mensajería escalable
Para aprovechar RCS (y otros canales enriquecidos) al máximo, las empresas requieren plataformas confiables como CPaaS (Infobip, Twilio, MessageBird, etc.). Estas funcionan como orquestadoras que gestionan envíos, failover (por ejemplo, pasar a SMS si no hay canal RCS disponible), reglas de negocio y métricas.
3. Experimentar con formatos conversacionales
Las marcas deben dejar de ver los mensajes como simples “notificaciones” y migrar hacia experiencias interactivas: botones, menús, formularios, respuestas automáticas, integración con catálogos, pagos o recordatorios. Eso exige creatividad y diseño conversacional.
4. Segmentar y personalizar
Gracias al acceso a datos (preferencias, historial, perfil de cliente), las marcas pueden personalizar mensajes, ofrecer productos relevantes, realizar re-engagement o campañas de retención, aumentando la efectividad.
5. Ética, frecuencia y respeto al cliente
Nunca hay que saturar a un cliente con mensajes constantes sin valor. La regla de oro: cada mensaje debe tener relevancia, opción de baja clara y ajustarse a las leyes locales de protección de datos (como la LFPDPPP en México, RGPD en algunos países latinoamericanos, etc.).
6. Aprovechar temporadas clave
Para aprovechar el comercio estacional (Buen Fin, Black Friday, Cyber Monday, Navidad), muchas empresas ya están preparando campañas con RCS integrado, usando funciones avanzadas para enlazar oferta, catálogo y pagos dentro del mismo mensaje.
Desafíos y barreras que deben considerarse
- Adopción desigual de RCS: aunque iOS 18 abrió la puerta, no todos los operadores o regiones lo habilitan aún. La transición será gradual.
- Fragilidad del modelo de monetización: algunas apps podrían cobrar a las marcas por uso intensivo, lo que elevaría el costo del canal.
- Exceso de competencia en canales saturados: con tantas apps, el usuario puede ignorar mensajes, usar filtros de spam o limitar permisos.
- Privacidad y regulaciones locales: cumplir con las leyes locales de datos personales puede complicar la operación transfronteriza.
- Resistencia al cambio de hábitos: algunas marcas prefieren seguir con SMS o correo por tradición, sin explorar canales emergentes.

Casos de éxito y tendencias para observar
- Infobip ya reportó que su plataforma superó los 10 mil millones de mensajes RCS enviados, destacando un crecimiento exponencial.
- Comex es un caso latinoamericano que ya ha experimentado con RCS y mensajería interactiva con resultados positivos.
- En México, se estima que existen más de 70 millones de teléfonos Android habilitados para RCS, lo que convierte al país en uno de los más avanzados en adopción operadora.
- Proyecciones de Omdia anticipan que el tráfico de mensajería A2P con RCS en México y Brasil crecerá de forma explosiva hacia 2029.
Una nota relacionada que podría interesarte para complementar esta lectura es “México lidera el avance en mensajería empresarial en Latinoamérica con el 95 % de penetración de smartphones”, que profundiza en cómo la penetración masiva de smartphones convierte al país en un líder regional en mensajería empresarial.
Conclusión: una ventana estratégica para el nuevo marketing conversacional
En el mundo empresarial latinoamericano de 2025, la mensajería no es solo un canal más, es ya un eje estratégico. Las marcas que comprendan cómo chatean los latinos, qué apps prefieren y cómo integrarse con inteligencia conversacional, estarán mejor posicionadas para enganchar, convertir y fidelizar en el viaje digital del cliente.
WhatsApp continúa siendo una pieza clave en muchos mercados de la región, pero el auge de RCS —impulsado por la interoperabilidad que trae iOS 18 y el respaldo de operadores móviles— abre una ventana táctica para innovar.
Eso sí: el éxito dependerá del respeto al consentimiento, de una arquitectura tecnológica robusta, de creatividad conversacional y del cumplimiento normativo local.
Si eres empresario o responsable de marketing en una PyME, este es el momento de explorar plataformas CPaaS, experimentar con flujos conversacionales y diseñar campañas piloto que combinen WhatsApp, RCS y otros canales emergentes. El cliente latino ya está chateando. Es hora de que tu marca también converse.
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