En un contexto donde los riesgos a la baja en la recuperación mundial parecen haberse agudizado recientemente, optamos por revisar nuestras expectativas de crecimiento para las distintas zonas económicas – donde predominaron los ajustes a la baja en las perspectivas para el bloque desarrollado. No obstante, aún con estas revisiones, nuestra perspectiva de un crecimiento mundial relativamente robusto para este y el próximo año continúa vigente.
•Consideramos que la reciente desaceleración mostrada en el avance económico de EUA será temporal, sobre todo al reconocer que han influido factores como: (1) una inusual e intensa temporada de nieve en el primer trimestre del año; (2) la erosión del ingreso disponible producto de altos precios del petróleo entre febrero y abril; y (3) las perturbaciones del canal de distribución productivo derivado del desastre natural en Japón ocurrido en marzo.
•En el ámbito financiero, fue claro que el abultado calendario de vencimientos de deuda griega volvió a colocarse al centro de los reflectores. De nueva cuenta, la proximidad de los vencimientos y de la necesidad de que el Congreso griego aprobara una nueva propuesta de consolidación fiscal fueron la principal causal del repunte en los niveles de aversión al riesgo hacia la segunda mitad de junio. A este contexto de riesgos continuó sumándose el asociado a un eventual contagio a otras económicas de la Europa periférica con un mayor peso economías en la Zona Euro, así como los mayores riesgos a la baja sobre el avance económico global.
•En el ámbito local, la actividad económica continuó su expansión al inicio del segundo trimestre, a pesar de un débil desempeño de la industria. Entre los factores temporales relacionados con el bajo desempeño económico en abril subrayamos al efecto del calendario. Adicionalmente, también en el rubro industrial destacó la caída del sector automotriz, el más afectado por el problema de Japón. En contraste, el crecimiento del sector de servicios sí apoyó al avance de la actividad económica de acuerdo a las últimas cifras del IGAE (abril).
•En general, a pesar de la debilidad mostrada al principio del segundo trimestre, reiteramos nuestra expectativa de crecimiento del PIB de 3.7% en el segundo trimestre y de 4.8% para todo el 2011. Consideramos que las cifras recientes confirman que la relativa debilidad de la actividad económica en abril fue temporal, y que el repunte ha sido muy rápido.
•Respecto a la dinámica inflacionaria, continuó destacando el alentador comportamiento del componente subyacente en junio. Consideramos que la inflación general anual comenzó su ascenso en ese mes, aunque su componente subyacente no muestra señales significativas de presiones inflacionarias. En términos anuales, la inflación general anual se elevó a 3.28% en junio, ligeramente por arriba del 3.25% de mayo. En el contexto de un reciente periodo de sorpresas favorables en inflación, realizamos una ligera revisión a la baja en nuestro pronóstico para la inflación de cierre de 2011 a 3.6% desde 3.7% anterior y para 2012 hasta 3.8% versus 3.9% anterior.
•En su reunión del 11 de julio, Banxico optó por mantener sin cambios el nivel de la tasa de fondeo, 4.50%, tal como ha sido el caso por casi dos años. Banco de México reforzó aún más su tono relativamente relajado para con las presiones inflacionarias y concentrado en las preocupaciones sobre el crecimiento. Consideramos que estos elementos refuerzan la convicción de que el banco central local se mantendrá sin dictar cambios sobre la tasa de referencia al menos durante lo que resta del 2011.
Fuente: Estudio económico realizado por Banamex
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