Como si estuviera tomando posesión del cargo, el presidente Felipe Calderón presentó una lista de 10 puntos que impulsará su administración en materia de desarrollo social, educación, economía, finanzas, salud, seguridad, laboral, política, así como energética y de telecomunicaciones, a fin de ofrecer mejores condiciones de vida a los mexicanos, sin embargo, su gobierno va a la mitad del camino y los problemas se agravan para el país, más aún que el primer mandatario enfrenta a la oposición en el Congreso.
Durante su mensaje con motivo del Tercer Informe de Gobierno, el primer mandatario dijo que el gobierno federal prevé concentrar la fuerza y los recursos del estado para frenar la pobreza y los impactos de la crisis alimentaria, así como alcanzar la cobertura universal de salud.
La administración de Calderón en materia económica propondrá una reforma profunda de las finanzas públicas, para lo que reconoce la necesidad de hacer un esfuerzo de austeridad y racionamiento tanto del gobierno como de los Poderes de la Unión y los partidos.
Además de la reforma económica, para acelerar el crecimiento y la generación de empleo en forma sostenida, prevé impulsar la educación de calidad y una nueva generación de reformas en el sector energético, así como al de las telecomunicaciones.
Calderón indicó que entre las propuestas que hará a diputados y senadores, planteará una reforma profunda a las finanzas públicas disminuyendo su dependencia del petróleo, actualmente cerca del 40 por ciento de los ingresos del gobierno provienen de la venta de crudo; eliminar los programas que no contribuyan al desarrollo, así como una nueva generación de reformas en las empresas públicas del sector energético.
En su mensaje, el primer mandatario refirió que los cambios en el sector de telecomunicaciones son para garantizar cobertura de servicios y convergencia de tecnologías disponibles y fomentar la competencia entre los actores.
En cuanto a la reforma laboral, Calderón mencionó que debe facilitarse el acceso de mujeres y jóvenes a la vida laboral, sin dañar los derechos de los trabajadores.
Sin embargo, los especialistas financieros coinciden en que el primer mandatario ha cometido errores políticos y económicos antes y durante la gestión a su cargo.
Por un lado, cuantificó de forma errónea la recesión ya muy previsible de E.U., y enfocó sus esfuerzos en el combate al narcotráfico, sabiendo de antemano que era una guerra de largo plazo, pero estimaba le diera buenos rendimientos electorales, y subestimó el desempeño de la economía a un segundo término, cuando con los recursos económicos con los que contaba gracias a los excedentes petroleros debió haberse enfocado en las reformas estructurales económicas, y la guerra contra el narcotráfico emprenderla de forma discreta, explican.
Otro error fue la selección de su gabinete. Prefirió amigos leales poco capaces en sus funciones para mantener el control, frente a políticos experimentados, por su temor a ser opacado. Pero la falta de resultados salta a la vista, así como la poca capacidad para implementar programas que realmente transformen al país en el largo plazo, y no sólo programas de corto alcance.
El enfoque empresarial de corto plazo hacia la competitividad y no hacia la productividad, que es la visión de estado, han dado como resultado una industria muy dependiente de E.U., con poca capacidad de responder de forma autónoma ante una crisis como la actual.
Otro problema que crece y se convierte en una bomba de tiempo, es el aliento a la informalidad ante la incapacidad de crear empleos formales.
En política exterior, el presidente sostiene a su actual secretaria de relaciones exteriores después de su garrafal error al apoyar de forma pública al candidato republicano en lugar del candidato demócrata, quien finalmente ganó la Presidencia de E.U.
Para el presidente de la Canacintra, el empresario, Lorenzo Servitje, señaló que si Calderón no lograba la mayoría en el Congreso el pasado 5 de julio, el sexenio en términos prácticos se acabó.
En el primer semestre del 2009, los principales indicadores del sector manufacturero de transformación mostraron un comportamiento anual a la baja, el personal ocupado disminuyó -8 por ciento, las horas-hombre trabajadas cayeron -10.1 por ciento.
Por actividad económica, según el Sistema de Clasificación Industrial de América del Norte, la reducción anual del empleo fue consecuencia de los descensos en 20 de los 21 subsectores que integran el sector manufacturero de transformación, entre los que sobresalen la fabricación de equipo de transporte con una contracción de -23.3 por ciento; Maquinaria y equipo -16 por ciento; Muebles y productos relacionados -15.2 por ciento; Productos metálicos -13.1 por ciento; Productos con base en minerales no metálicos -12.8 por ciento; Equipo de cómputo, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos -12.2 por ciento; Insumos textiles -11.3 por ciento; Confección de productos textiles, excepto prendas de vestir -11.1 por ciento, y el de la Industria de la madera -11 por ciento, entre otros.
En cambio, creció el de fabricación de productos derivados del petróleo y del carbón durante junio pasado con respecto al mismo mes del año anterior.
En perspectiva, si la recuperación de E.U. no es vigorosa y constante, será muy difícil que “arrastre” a la dependiente industria nacional.
Mientras que la recesión económica obliga a prestadores de bienes y servicios a disminuir sus precios, es cada vez más claro que el Congreso de la Unión se decidirá por el aumento de precios en luz y gasolina para reducir el déficit presupuestal en el 2010, lo que traerá consigo fuertes presiones inflacionarias y obligará a Banxico a incrementar sus tasas de interés el próximo año, indican los analistas financieros.
La buena noticia es que los precios están bajando, pero la mala, es que se debe a que no hay quién los compre.
Dado el tamaño del déficit de más de 300 mil millones de pesos, cuando se habla de cargar el IVA a medicinas y alimentos casi todos los partidos han señalado de forma rotunda que esa no es la solución, y propondrán aumentos en el cobro de bienes y servicios públicos, como es el caso de luz y gasolina, incluso agua y transporte público, así como incrementar la efectividad de la recaudación al aumentar el predial y la fiscalización, con una mayor participación de los estados y municipios en el cobro de impuestos.
Para los analistas, esto traería consigo una inflación cercana al cinco por ciento en 2010, porque muchos prestadores de servicios iniciarán el incremento de precios en el cuarto trimestre de este año, aprovechando el aguinaldo.
En consecuencia, Banxico tendrá que subir las tasas de interés el año entrante, y cuyo gobernador, Guillermo Ortiz, dijo en su último comunicado de política monetaria, “Las acciones futuras serán congruentes con el balance de riesgos, considerando tanto la evolución de la economía como una perspectiva clara del cumplimiento de la trayectoria de inflación y el logro de la meta del tres por ciento para finales de 2010”.
El próximo 8 de septiembre se conocerá la postura del gobierno de Felipe Calderón sobre cómo atender el grave problema del déficit presupuestal de 300 mil mdp para el 2010.
Ese mismo día concluye la subasta de 50 mdd diarios realizada por Banxico, que le ha costado a México en intervenciones del mercado cambiario más de 11 mil mdd de sus reservas internacionales, aunque gran parte serán subsanadas en noviembre, cuando se cobren las coberturas del petróleo, que hasta el viernes 28 de agosto se ubicaban en 51.45 dólares en promedio en lo que va del presente año.
En cuanto al crédito, los especialistas de IXE y Banamex, entre otros, recomiendan a los empresarios que tomen créditos en pesos. La TIIE en mínimos. Si se incrementa el precio de la luz y la gasolina en el 2010 subirá la inflación y las tasas de interés.
El mercado deberá seguir con mayor detenimiento lo que suceda en EU, donde hasta el momento el programa de rescate ha dado buenos resultados, y estar pendientes en la espera de ver que Barak Obama logre que el Congreso de su país le apruebe un segundo paquete de recursos para consolidar la actual recuperación, la cual todavía se antoja débil y lenta, añadieron
En el momento actual, el primer escollo que deberá resolver el país es no permitir una nueva devaluación del peso frente al dólar, y deberá buscar el crecimiento de la economía en lugar del incremento de la recaudación, que debería venir como resultado del mayor crecimiento económico y no como fin principal de la acción gubernamental, como se pretende, concluyen.
Salvador Guerrero