El Consejo Mexicano de Hombres de Negocios (CMHN), encabezado por Claudio X. González, rechaza tajantemente el incremento del impuesto sobre la renta (ISR), del 28 al 30 por ciento, pero se manifestó a favor del incremento al impuesto de los depósitos en efectivo (IDE) y el nuevo impuesto del dos por ciento al consumo que pretende lograr que no crezca la informalidad y que no necesariamente combate la pobreza.
Los empresarios declararon que se pierde competitividad y ahuyenta la inversión porque se camina en sentido contrario a otras naciones también afectadas por la crisis económica.
Al respecto, González Laporte mencionó que entienden las necesidades de una mayor captación fiscal, pero que el gobierno debe reducir aún más el gasto y no incrementar el ISR.
Por su parte, el presidente de Concamin, Salomón Presburger, dijo que se debe aplicar un plan de eficiencia y austeridad en las paraestatales Pemex, CFE, y Luz y Fuerza del Centro porque existe desperdicio de recursos y que se debe incrementar la generación de empleo.
El líder de la Confederación de Cámaras Industriales y de Comercio (Concanaco), Mario Sánchez Ruiz, dijo, después de una reunión a puerta cerrada a la que asistieron los principales líderes empresariales de México y el secretario de hacienda, Agustín Carstens, que es buena la propuesta de adelgazar el aparato público y el recorte en gastos y privilegios a los funcionarios, pero que el gobierno y los legisladores deben acelerar las reformas estructurales antes de incrementar más impuestos al aparato productivo del país.
Al respecto, Carstens, dijo que no queda otro camino ante la crisis que enfrenta el país y que todos los sectores deben contribuir para reducir el boquete económico de 300 mil millones de pesos.
Los nuevos impuestos son: Cobrar un cuatro por ciento en servicios de telecomunicaciones como Internet, telefonía celular y televisión por cable, quedando exentos la telefonía rural y servicios de interconexión. Cobrar un dos por ciento a las ventas de bienes y servicios, incluyendo alimentos y medicinas.
Los impuestos que se quieren aumentar son: Cobrar 80 centavos por cajetilla de 20 cigarros e incrementarla, en cuatro años, para ubicarse en dos pesos por cajetilla. Aumentar el impuesto a la cerveza de 25 a 28 por ciento. Incrementar el impuesto en los juegos con apuestas y sorteos de 20 a 30 por ciento.
En bebidas alcohólicas cobrar tres pesos por litro a las bebidas con graduación alcohólica con más de 20 grados. Aumentar de dos a tres por ciento los depósitos en efectivo desde 15,000 pesos, y el incremento al Impuesto Sobre la Renta de 28 a 30 por ciento.
Salvador Guerrero