La vigésima edición consecutiva del Barómetro de Empresas, Deloitte México, encuesta trimestral aplicada a los empresarios del país, identificó que las perspectivas de los ejecutivos y empresarios consultados sobre el entorno de negocios mejoraron respecto a los resultados obtenidos en el trimestre previo. Ello refleja un cambio de tendencia disminuyendo la percepción de entrar en una doble recesión para 2012.
Una opinión positiva se tuvo en referencia al entorno de negocios, particularmente en lo que se refiere a su apreciación sobre la situación económica, el clima de inversiones, el empleo y la seguridad (la cual muestra un avance de 12 puntos, aunque aún se ubica en niveles poco aceptables). Dicha prospectiva también se trasladó a lo que se estima ocurrirá en los siguientes 12 meses, aun cuando los indicadores se encuentran en niveles inferiores a los alcanzados para el cierre del 2010 (expectativas las segundas menos favorables desde el 2009).
Concerniente a la situación de las empresas en dicho entorno, no se reporta un avance en relación a lo presentado en el trimestre anterior. El empleo tiene un desempeño negativo, ubicándose 7 puntos debajo del año anterior, y con una marcada tendencia a la baja. Una evolución similar se tiene en el caso de los salarios. La situación de la demanda, la mayor parte del sector empresarial manifiesta un estatus de alta demanda en la actualidad. Para los siguientes 12 meses los empresarios evalúan la condición de las empresas y el entorno económico con un optimismo moderado, lo cual deberá observarse con detenimiento en los reportes futuros a fin de ver si en realidad constituye una nueva tendencia en su prospectiva.
El tipo de cambio constituye un aspecto sobre el cual existe un deterioro considerable en las expectativas: la depreciación observada en los últimos meses de 2011 ha provocado que la mayor parte de los directivos encuestados vean complicado que la cotización vuelva a niveles similares o inferiores a los de 12.5 pesos por dólar.
La inflación plantea un escenario positivo para la economía, ya que el 59% de los encuestados considera que ésta se encontraría entre 3.4 y 4% al cierre del 2011, reflejando un factor de estabilidad a pesar de los altos niveles de incertidumbre que han caracterizado al año. No obstante, existe un número importante de empresarios:
30%, cuyas expectativas de inflación se ubican entre 4% y 5% para el mismo periodo. Para 2012, las expectativas consideran una inflación ligeramente superior, ya que el 43% de los empresario visualizan que ésta será mayor al 4% y únicamente el 7% mantiene una perspectiva inferior al 3.5%, aun así la mayoría (52%) percibe que se ubicará entre 3.5 y 4%.
En cuanto a amenazas para la actividad económica, la desaceleración norteamericana se percibe como el factor de mayor amenaza para la economía mexicana: 39%, en segundo lugar se ubica a la inseguridad: 36% y finalmente se tienen a los desacuerdos políticos: 23% como los elementos que pueden causar inestabilidad en los próximos 12 meses. Cabe destacar que aunque la inseguridad constituye una amenaza importante para el desempeño económico de México, su relevancia es significativamente menor con respecto al cierre del 2010, ya que pasó de 57% al 36%. A resaltar que el entorno político fue el que exhibió el mayor incremento, reflejando con ello cómo la agenda electoral y las precampañas comienzan a influir sobre las expectativas de los encuestados.
Con respecto al gobierno, la calificación promedio del de 49 puntos, siendo ésta una situación intermedia, la cual refleja que los avances registrados en algunas variables no han mejorado la opinión general que se tiene del desempeño mostrado. Todos los factores analizados presentan un puntaje superior con respecto al año anterior, siendo además la calificación más elevada desde el primer trimestre de 2008.
“El Buen fin”: sin efecto significativo para la mayoría
La valoración del sector empresarial señala una fuerte confianza de los ejecutivos en el mercado interno (49%) como un factor detonante del crecimiento empresarial para los siguientes 12 meses, mientras que Únicamente un 14% de los altos directivos mantiene sus buenas expectativas exclusivamente en el sector externo.
Las opiniones de los empresarios muestran un escenario positivo, aunque no generalizado, para el país. A pesar de que el 36% señala que en el 2011 la situación económica y financiera de México fue buena y otro 16% indica que fue un mal año, la mayor parte de los empresarios (48%) revela un periodo sin avances ni pérdidas significativas, es decir con una propensión al estancamiento. Dicho contexto ha implicado consecuencias, ya que casi la mitad de los encuestados (49%) señala que el actual entorno económico ha provocado mayor morosidad de sus clientes.
Con respecto a la promoción de “El Buen Fin” (18-20 noviembre 2011), a pesar de que únicamente el 20% de las empresas encuestadas participaron en la misma, el 31% afirmó que lo hará el siguiente año. Los resultados de la promoción señalan que tuvo efectos positivos sobre las ventas del 18% de las empresas encuestadas y negativos en un 0.3%. En general la promoción no tuvo consecuencias sobre la mayoría: 71%, lo cual justifica que cerca del 69% no considera participar en El Buen Fin del 2012. Importante señalar que las empresas participantes en la encuesta Barómetro pertenecen a diversos sectores industriales, no todos con vinculación a esta iniciativa de fomento al consumo.
Finalmente, se tiene que si bien existe una cautela sobre lo que en términos económicos y financieros la mayoría de los encuestados señala que, en caso de ser necesario, los ajustes a realizar pasarán por disminuir sus costos con base en la mejora de sus procesos y la optimización en el uso de recursos, como la electricidad y el agua. De igual forma se menciona a la inversión, los cambios en precios, la búsqueda de nuevos canales de venta y la ampliación de mercados, como las estrategias contingentes que podrían implementarse para enfrentar un potencial escenario de menor dinamismo económico. Al no contemplarse una reducción en el empleo, se puede inferir que la mayor parte de las empresas tiene un fuerte compromiso con la conservación de las fuentes de trabajo, algo que sin duda favorece las expectativas de crecimiento económico de México.
Redacción con información de Deloitte México.
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