De acuerdo con las cifras oficiales, 65% de las PyMEs son empresas familiares. La mayoría tiene una antigüedad de 12 años y presentan problemas para su consolidación e implementación de medidas o decisiones importantes. Por lo anterior, es fundamental definir roles y establecer una barrera bien definida entre lo afectivo y lo laboral.
Las problemáticas que aquejan a las empresas familiares derivan básicamente de la confusión de roles empresariales con los familiares, además de la inexperiencia en el manejo del negocio y la toma de decisiones orientadas por el aspecto sentimental más que el corporativo, de acuerdo con Adecco México.
Algunos de los fenómenos que los consultores observan en esta tipo de organizaciones y que pueden derivar en su desintegración son:
- – Asignación de roles y responsabilidades ligadas a la posición dentro de la familia y no al perfil profesional de los integrantes de la empresa
- – Asumir que como son familiares, pueden trabajar bien en equipo
- – Carecer de un proceso de integración empresarial para personas ajenas al círculo familiar
- – Concentrar el poder de decisión en una sola personal (generalmente el fundador de la empresa), sobre quien recaen las responsabilidades más importantes y se le dificulta delegar
- – Traslado de las dinámicas familiares al ámbito organizacional
- – Ignorar el momento de establecer un relevo generacional
- – No pedir ayuda a asesores externos sobre temas del negocio, por miedo a perder el control del mismo
- – Falta de reglas claras sobre el manejo del patrimonio de la empresa para evitar el despilfarro y mal uso de los recursos
- – Desconocimiento del marco legal, que deriva en incumplimiento de las obligaciones jurídicas que le corresponden a la empresa
- – Contratar empleados siempre dando preferencia a los miembros de la familia, sobre otro candidatos y sin un plan de desarrollo profesional
La mayoría de estas irregularidades puede solucionarse en la medida en que la empresa familiar se profesionalice. Para ello, Adecco recomienda que los miembros de la organización reconozcan sus limitaciones y se acerquen a personas o instituciones que los puedan acompañar en el proceso de desarrollo. Asimismo, es recomendable la creación de instrumentos de control que puedan mejorar el funcionamiento de la organización. Por ejemplo, una asamblea de socios que revise los lineamientos y tome las decisiones estratégicas para el negocio.
Redacción