Por David Siteman, consultor de negocios
La marca personal y el espíritu emprendedor no iban antes de mano en mano. No importaba “quién” había comenzado la empresa. Un fundador/director general/genio no era un requisito. Todo se trataba acerca del producto.
La era de las grandes marcas y grandes negocios se basaba en logos (piensa en Pepsi), empujar productos, voceros, modelos, y campañas tradicionales de publicidad controladas fuertemente. No se trataba de canales de comunicación de dos vías, de autenticidad o de transparencia.
Hoy en día, sin embargo, todos sabemos que el juego ha cambiado completamente porque la forma en que nos comunicamos y conectamos han cambiado. Cuando muchas de las grandes marcas (Goliats) fueron fundadas, Facebook no existía. La web social entera no existía. Había unos pocos canales de comunicación (TV, radio, periódicos, teléfono correo). Pero desde que la primera tienda de Mamá y Papá apareció en la esquina de un pequeño pueblo, apareció también la paradoja o reto entre lo grande y lo pequeño.
Tú, como emprendedor, tienes dos opciones:
- Ir a lo grande: es la ruta tradicional: escalable, basado en marketing masivo, tener directores y personalidades fácilmente cambiables, fuertemente controlado, con muchos procesos.
- Permanecer pequeño: basado en relaciones uno a uno con los clientes, donde la personalidad importa, donde la personalidad de la marca existe, porque la gente hace negocio CONTIGO.
Y esas opciones eran mutuamente excluyentes. Era muy difícil mezclarlas. Ahora el juego ha cambiado. Momento de silencio, por favor… y ahora un aplauso. Porque tú puedes llegar a grande permaneciendo pequeño (o sólo permanecer pequeño… no hay nada malo en ello) y trabajar contigo mismo, el emprendedor pujante, en lugar de hacerlo sólo con tu producto (o servicio, o cualquier cosa que vendas). Estar en libros, ser conferencista, una pieza de software o publicidad, pueden ayudar a tu marca personal y a tu negocio.
Existen dos clichés que resultan reales: las personas se relaciona con otras personas y las personas le compran a personas que conocen, que les gusta y en quienes confían.
Ahora estamos siendo testigos del nacimiento de una nueva forma de hacer marca personal para emprendedores: son visibles, estrafalarios, líderes. Estamos a la mitad de esto y la barrera de entrada está muy lejos (lo que significa que la creatividad, la pasión y los objetivos importan más que nunca). Las herramientas para escalar estas acciones son vastas: Facebook, Twitter, etc., que te permiten permanecer conectado uno a uno con mucha gente. El modelo de negocios continúa evolucionando (todo tipo de formas creativas de hacer dinero).
Si piensas en los emprendedores que brillan así, todos están haciendo mercadotecnia y promoción de sus empresas utilizando su propia marca personal. Ellos son recursos confiables en lugar de ser sólo “colocadores de productos”. Eso es algo que tú también puedes hacer. Cualquier emprendedor puede hacerlo sin importar de su personalidad.
Y con este tipo de visibilidad, por supuesto, implica todo tipo de retos ¿Cómo me escalo a mí mismo? ¿Soy demasiado accesible? ¿Qué pasa si yo me voy?
Nunca había sido más emocionante ser un emprendedor y un ser humano en lugar de ser sólo una compañía. ¿Estás listo para arriesgar tu personalidad? ¿Qué piensas? ¿Eres visible como emprendedor? ¿Qué retos has enfrentado? ¿Hacia dónde ves que va todo esto?