Generar un negocio propio es el sueño y la realidad de muchos mexicanos, algunos de ellos tienen la visión de brindar un legado que perdure a su familia, pero ésta puede truncarse al no contar con reglas claras que permitan su permanencia a través de los años.
Para darle continuidad a la empresa familiar es necesario hacer un Protocolo Familiar, el cual se explica como un marco de naturaleza jurídica complejasirve de norma a la cual deberán ajustarse otros pactos complementarios de carácter más concreto, firmado entre familiares socios de una empresa, actuales o previsibles en el futuro, su finalidad es regular a la organización y gestión de la misma, así como las relaciones entre la familia, la empresa y sus propietarios, para dar continuidad a la compañía de manera eficaz y con éxito, en la siguiente generación familiar.
Este tipo de protocolos son comunes en muchos países europeos y Estados Unidos entre otros, sin embargo, cada uno debe adaptarse al modelo familiar que rige en cada sociedad, es por eso que la Universidad La Salle se tomo la tarea de hacer un estudio de cómo funcionan las familias mexicanas y hacer un protocolo familiar del país.
El Lic. Ignacio Moreno, Coordinador de Empresa y Familia de La Salle, nos explica que “el modelo familiar que rige en México es muy similar al que tienen en Italia, donde las mujeres tienen un papel relevante en la familia y eso se refleja en la empresa familiar”.
Tomando en cuenta que en México el 90% de la PyMEs son familiares y que de éstas el 80% desaparecen con el cambio generacional, es muy importante aplicar el protocolo de familia para darle continuidad a las empresas y evitar su mortandad.
La parte central del protocolo es el establecimiento de las bases de un gobierno corporativo que este profesionalizado, con un plan de sucesión, políticas que rijan el manejo de la empresa y que delimite el patrimonio empresarial. Las reglas establecidas son muy importantes por lo cual hay que abarcar ámbitos legales, financieros, fiscales y de recursos humanos entre otros.
Algunas de las malas prácticas que tienen las empresas familiares es que no hay una definición clara de roles dentro de la misma, además no hay un salario establecido, prestaciones y los perfiles adecuados a cada puesto. Para tener toda esta organización es necesario que el fundador o fundadores tengan en claro:
· En algún momento se deberán retirar por cualquier situación como tiempo o enfermedad
· Delegar y transmitir el conocimiento a los demás es fundamental a fin de que la organización funcione sin el fundador.
· Hacer reglas claras que perduren para que el resto de la familia las puedan seguir y así darle continuidad al negocio
“Lo más importante es dejar una empresa preparada para crecer al mismo ritmo que lo hace la familia y seguir siendo el sustento de la misma, ya que muchas veces la familia crece pero la empresa sigue estancada”, puntualizó Moreno.
Adriana Maass Saad