Siempre confiando en sí misma y consciente de que la atención al cliente es la mejor estrategia para alcanzar el éxito de un negocio, la Contador Público, Gloria Catalina Muñoz, a lo largo de 32 años ha creado cuatro compañías con más de 50 empleados, y es hoy un ejemplo para las empresarias.
Antes de independizarse Catalina era parte una empresa, donde no sólo contaba con apoyo y capacitación, sino con un buen sueldo que le permitía vivir holgadamente, sin embargo, ella sabía que deseaba tener su propio negocio y desafió sus miedos para alcanzar su sueño.
Abrió un despacho de asesoría fiscal, contable, financiera y administrativa atendiendo a pequeños clientes mismos que la fueron recomendando ampliando su cartera, nunca le fue necesario invertir en publicidad o medios de promoción para llegar a nuevos prospectos.
Años después le traspasaron una papelería dedicada al medio mayoreo que logró sacar adelante. Posteriormente adquirió un kínder, que si bien fue difícil impulsar en un inicio hoy es un negocio exitoso.
La empresaria da además trabajo a sus hijos, su hijo, atiende la papelería y su hija el kínder.
Recientemente abrió su negocio de venta y compra de oro y plata que está empujando para consolidar.
Durante el proceso para convertirse en una mujer de negocios tuvo que superas diversos obstáculos, “tuve que darle valor mi independencia, lo pensé mucho porque cuando empecé no ganaba ni la mitad de lo que obtenía en mi trabajo y te encuentras con clientes que no te pagan, pero decidí jugármela por mi sueño”.
Un aliciente para iniciar su propio negocio fue el poder dar más atención a sus hijos, “poder darles una buena educación, un buen trato, estar con ellos, darles un tiempo de calidad, y aunque fue difícil, no imposible, en el garaje se construyó el despacho y desde ahí cuidaba a mis hijos”.
Finalmente exhortó a otras mujeres a perseguir sus sueños, “hay que tener empeño porque lo que se logra te llena toda la vida, y les diría que no se dejen amedrentar ante nada, van a salir adelanta sin importar que se atraviese”.
Ariadna Cruz