Según los últimos datos que dio el INEGI el 96% de las mujeres con hijos participa en la producción de bienes y el 34.1% de las madres trabaja en empresas y negocios, además un 34.2% en el sector informal.
Esto implica que muchas mujeres se dividen entre el trabajo y el hogar, para poder alcanzar un equilibrio dónde los límites no siempre están definidos, es necesario considerar estos consejos para lograr un mejor balance entre la vida laboral y la personal.
Encuentra pasatiempos que te ayuden a recuperar tu perspectiva. Quizá se trate de pintar una puesta de sol, ser voluntario altruista o iniciar una caminata con tu familia.
Desconecta la correa electrónica. ¿En verdad es necesario que las personas de tu trabajo deban localizarte las 24 horas? Establece algunos límites. Apaga tu localizador, teléfono celular y asistente digital personal al final del día. Limita la frecuencia con la cual revisas tu correo electrónico.
Crea un tiempo de “reentrada”. Quizá sea una siesta de 15 minutos, un duchazo rápido y refrescante, o pasear al perro después de volver a casa. Al iniciar el día de trabajo, redirige tus energías por medio de una lista de las tareas principales de la jornada o revisa tus notas de las juntas del día anterior.
Incluye a otros en tus planes de recreación. Esto puede ayudarte a mantener tus compromisos. Podrías no hacer la carrera diaria que acostumbras a hacer sola, pero, ¿dejarías a tu amigo esperándote para ejercitarse?
Crea sistemas de apoyo. Planea con anticipación para las posibles situaciones de crisis. ¿Podrían ciertos compañeros de trabajo ayudar cuando sea necesario? ¿Te apoyarían los vecinos en tu hogar? Proporciona el mismo tipo de apoyo a los demás.
Redacción con información de MetLife.