Además de brindar un mejor panorama sobre la situación actual del negocio un proceso de administración de riesgos permite estar alerta antes los posibles cambios y sortear las dificultades que pueden presentarse. Aquí te mostramos como desarrollar el tuyo.
Héctor Martínez, socio de consultoría de PWC, señala que sin importar lo bien que se encuentre trabajando un negocio hay que prever situaciones adversas, por ejemplo explica que durante la crisis de 2008 muchas empresas cerraron no por falta de capital o flujo propio, sino a por la de sus clientes y proveedores, por ello es tan importante anticiparse.
Para desarrollar un plan de administración de riesgos sigue estos pasos:
1.- Tienes que tener que tener claros los objetivos de tu empresa. Desde si buscas desarrollarte en mercados locales o internacionales, o si tu única prioridad es pagar la nómina.
2.- Desarrolla tus cuatro puntos objetivos:
– Objetivos estratégicos. Son las metas de alto nivel, por ejemplo aumentar las ventas o la rentabilidad.
– Objetivos operativos, relacionados con la eficiencia y eficacia de tu operación.
– Objetivos de información, tienes que elaborar reportes sobre la situación de tu empresa.
– Objetivos de cumplimento, toma en cuenta todas las regulaciones y normativas que tienes que cumplir para operar.
3.- Administración de riegos. El primer punto para tener un plan efectivo es no quedarte sólo en el corazón de tu negocio, tienes que pensar en los factores externos que pueden afectarte en cada área. Realiza:
– Análisis estratégico. Corresponde al gobierno corporativo, esto es que debes tomar en consideración todos los niveles de la empresa, desde los empleados operativos hasta los gerentes.
– Análisis a nivel operativo. Considera aquello que puedes controlar como marketing, logística, ventas, finanzas. Deja que cada encargado analice sus riesgos de acuerdo a su experiencia.
– Análisis a nivel reporte. Tienes que especificar todos los procesos, incluyendo los recursos con los que cuentas tanto tecnológicos y financieros, como humanos y de infraestructura.
4.- Establecer objetivos. Cada área debe conocer su papel dentro de la organización y los objetivos que le ayudarán a agregar valor a los procesos donde está involucrada.
5.- Amenazas. Con la información que recabes podrás identificar a dónde va tu negocio y qué puede detener su desarrollo, considera todos los escenarios el que no se hayan presentado no quiere decir que no sean una posibilidad.
6.- Actividades de control. Analiza el impacto y la probabilidad de que se presenten los riegos que ya identificaste, entonces puedes elegir entre:
– Aceptarlos, si no tienen un impacto importante en tu empresa o son poco probables puedes enfrentarlos.
– Transferirlos, cuando se trate de riegos más serios una buena opción es por ejemplo contratar un seguro que responda ante una eventualidad.
– Rechazarlos, si no hay manera de que te repongas ante una amenaza es mejor que cambies todos los procesos necesarios para dejarlo fuera de tu lista.
– Controlarlos, en este caso podrás identificar los riesgos que se pueden evitar con cambios simples.
7.- Información y comunicación. No servirá de nada que guardes este plan para ti, dalo a conocer a tus empleados para que tomen medidas.
8.- Monitoreo. Los riesgos no son estables, por lo menos cada año tienes que hacer la actualización de tu plan de administración.
Si bien este análisis te tomará tiempo y recursos obtendrás beneficios como una toma de decisiones informada, aumento en la transparencia y mejora de la cultura corporativa, así como logro de objetivos y mejora de procesos.
Ariadna Cruz