El trabajo ha sido parte de la vida de las personas desde el inicio de la sociedad, pero la concepción y el modo del mismo han evolucionado paulatinamente, siendo el trabajo físico el primero que tenía el fundamento básico de la subsistencia. En la Grecia y Roma antiguas era considerado indigno de los hombres libres, la connotación negativa se mantuvo durante la edad media. Sin embargo, después de una serie de cambios sociales, revoluciones, abolición de la esclavitud y liberación de género esta concepción sufrió una transformación radical.
El trabajo se convirtió en un símbolo de democracia, con el concepto del Derecho al Trabajo, cuyos antecedentes se sitúan en la Revolución Francesa, cuando se admite la libertad de trabajo e industria como una de las bases del liberalismo económico sobre el cual se fundamenta el capitalismo. Este concepto se refiere al derecho humano a acceder libremente a un puesto de trabajo en igualdad de condiciones, sin que se le pueda impedir hacerlo y se reconoce en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en otros textos internacionales.
Actualmente el trabajo sigue siendo motivo de constantes cambios en la forma en que se concibe, cómo se adapta a los mercados y la manera en que se evalúa. Las encuestas que brindan estadísticas para identificar la cantidad de personas que trabajan, en qué, bajo qué condiciones y si son o no felices al hacerlo, son una importante herramienta para identificar tendencias, hacer predicciones o buscar soluciones. Porque independientemente de bajo qué perspectiva ve cada quien el trabajo, es indudable que la fuerza laboral es la que sostiene la economía.
Sobre las más recientes cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) con respecto a la vida laboral, es importante resaltar que en el país existen dos millones 607 mil 369 desempleados que están buscando una plaza en el mercado laboral y 6.4 millones de personas que no buscan trabajo activamente. Lo que nos llama la atención de la cifra –además de que el grupo de los que no buscan es casi 2.5 veces más que el de los que sí–, es que este grupo reportó tener interés por trabajar pero no busca trabajo porque está desalentado y cree que no tiene oportunidad de conseguirlo. Esto no solamente ocurre en México, las tendencias internacionales muestran que el grupo de desalentados está a la alza.
Lo primero que nos llega a la mente es una circunstancia generacional, que aquellos quienes no buscan trabajo son la generación “Millenial” que, de acuerdo con diversas descripciones prefieren no tener trabajo, a hacer algo que “odian” y -si consideramos que del grupo al que nos refiere el INEGI reporta que 45% son jóvenes de entre 14 y 29 años: 1.5 millones entre los 14 y 19 años de edad y 1.2 millones entre 20 y 29 años-, no es tan descabellado pensarlo, sin embargo ¿qué hay de los otros 3.7 millones de “desalentados” que siguen superando la cifra de los desempleados que sí buscan trabajo?
Según expertos la desesperanza para buscar trabajo tiene varias causas como el no sentirse preparado, no querer renunciar a cierto estilo de vida, cuestiones personales u otras obligaciones, así como creer que se requiere de mucho esfuerzo y tiempo o simplemente creer que hagan lo que hagan no hay trabajo y, ¿para qué perder el tiempo buscando algo que no hay? Podemos imaginar el miedo, la frustración o la incertidumbre que estos sentimientos pueden generar en nuestras acciones, pero es inminente que surja una pregunta en el aire: ¿Qué pasaría si cada vez más dejamos de buscar?
Habría un desequilibrio, que impactaría gravemente la pirámide organizacional, la economía se estancaría y no circularía la riqueza. El trabajo, como desde el principio de los tiempos es importante y su rol actual engloba diversos conceptos, desde la subsistencia hasta la libertad y el crecimiento. Efectivamente, considero que el trabajo nos hace libres y nos permite crecer, evadir el rechazo no nos lleva a ninguna parte, por el contrario, nos deja inmóviles ante un mundo que sigue en movimiento.
Afortunadamente cada vez existen nuevas formas de incluirse en el mercado laboral, ya no es necesario recorrer las calles de la ciudad con un CV o solicitudes y fotografías para dejar en tiendas, oficinas, consultorios o donde sea que desees trabajar. Gracias al desarrollo de plataformas tecnológicas, ahora se pueden encontrar ofertas y soluciones prácticas tanto a las empresas que buscan trabajadores como a las personas que desean trabajar.
Actualmente es posible acceder a Internet y buscar empleos de una manera sencilla y más específica de acuerdo con los intereses de cada quien, también es posible subir el CV para que las empresas lo vean, pero más aún, ahora también es posible recibir ofertas de empleo directamente al celular y no tiene que ser un “celular inteligente”, me refiero a un teléfono celular que reciba mensajes de texto (SMS), por medio de los que se avisa de vacantes disponibles que, además, son vacantes que la empresa que las tiene, considera se ajustan al perfil de quien las recibe.
Estas nuevas tecnologías ayudan tanto a quienes desean insertarse al mercado laboral o cambiar de empleo, como a las empresas que al contar con un alcance mayor (consideremos los niveles de penetración de internet aún se encuentran 4 o 5 años atrás de la del uso de teléfonos celulares) y la posibilidad de enviar al candidato que considere adecuado una oferta de empleo al celular, les da la oportunidad llegar a esa persona perfecta para el puesto y, quién sabe, tal vez esa persona perfecta esté entre esos 6.4 millones de desalentados que no requiere más que entrar una vez a Internet y abrir la puerta de las posibilidades al permitir que les envíen ofertas de empleo, directamente al celular.
Creo firmemente que el trabajo es más que simplemente recibir un ingreso. Es tener un propósito, que permita contribuir a la sociedad, brindando al ser humano la dignidad de sentirse productivo. El trabajo es fuente de esperanza y permitirá que quienes han desistido en la búsqueda, puedan encontrar con este tipo de plataformas, aquel trabajo que les permita encontrar su equilibrio personal y desarrollo profesional.
Por David Reich, fundador y Director General de Assured Labor, empresa que dio origen a EmpleoListo en México que se dedica a brindar soluciones para el reclutamiento digital de personal y la búsqueda de empleo de mandos operativos y medios.
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