La tecnología está presente en todas las actividades de la Cadena de Valor, desde la extracción u obtención de materias primas hasta la venta de los productos acabados, incluyendo las actividades de soporte.
Todas las actividades de la empresa han de generar valor, tanto las actividades clave como las de soporte. La tecnología juega un papel crucial en la generación de valor abarcando toda la Cadena de Valor.
Sin embargo, existen ciertas actividades y procesos en los que la integración de la tecnología adquiere un mayor valor estratégico para el negocio. Estas son las áreas críticas tecnológicas.
Para identificar cuáles son las áreas críticas de tu proyecto, analiza en qué procesos has de disponer de mayores competencias tecnológicas que tus competidores para generar las ventajas competitivas que has identificado en tu Plan de Empresa y reflejado en tu estrategia tecnológica (objetivos estratégicos y líneas de acción).
Identificación de los recursos tecnológicos
El siguiente paso, consiste en confeccionar un inventario de los distintos grupos de tecnologías disponibles y que resulten de aplicación para el desarrollo y ejecución los procesos y tareas identificados dentro de las áreas críticas del proyecto.
A continuación, es necesario descender un nivel más e identificar los recursos tecnológicos específicos propios del sector, para cada uno de los grupos de tecnologías previamente identificados.
Para el resto de las áreas no consideradas críticas tecnológicamente, te aconsejamos que identifiques y adoptes las mejores prácticas que se aplican en el sector, ya que se trata de procesos que no proporcionan ventajas diferenciales claras a tu proyecto empresarial.
Clasificación y elaboración de la Propuesta Tecnológica
No todos los recursos tecnológicos, aun estando dentro de un área crítica, tienen el mismo papel ni importancia en el marco de un proyecto empresarial. Por tanto, será necesario clasificarlos de cara a seleccionar los más relevantes en cada caso particular. La clasificación la realizaremos siguiendo distintos criterios:
Clasificación según el grado de madurez de la tecnología
Dada la rápida evolución de la tecnología, es conveniente tener en cuenta a la hora de implantar un recurso tecnológico, la fase de desarrollo en la que se encuentra con el fin de conocer y valorar la vida útil que le resta. Así, si representamos la evolución del rendimiento obtenido a lo largo del tiempo, se obtiene una curva en forma de “S” en la que se distinguen las siguientes fases:
-Emergente: la tecnología parece prometedora, pero su uso está restringido a aquellas organizaciones (generalmente centros de investigación públicos o de empresas muy innovadoras) que las generan.
-Crecimiento: la tecnología va madurando, haciéndose progresivamente más útil en entornos cada vez más amplios y alejados del grupo que contribuyó a su creación.
-Madurez: la tecnología presenta niveles de rendimiento satisfactorios y se universaliza su utilización.
-Saturación: resulta imposible alcanzar mejoras de rendimiento. La tecnología entrará en una fase de “letargo” hasta que surja otra tecnología que la desplace.
-Obsolescencia: después de permanecer un tiempo en la fase de saturación, la tecnología se hace obsoleta presentando niveles de rendimiento inferiores a los alcanzados por otra tecnología alternativa.
Este primer criterio de clasificación ha de servirte para descartar aquellos recursos tecnológicos que se encuentren en una fase avanzada de saturación o directamente en fase de obsolescencia. Asimismo, la formulación de una estrategia innovadora defensiva rechazaría la utilización de tecnologías emergentes o en fase de temprano crecimiento.
Para realizar la primera preselección de recursos tecnológicos ten en cuenta que cada fase de la evolución de una tecnología supone diferentes implicaciones estratégicas:
Las primeras fases de madurez de las tecnologías tienden a mostrar frecuentes e importantes innovaciones de producto, en general surgen en pequeños grupos de trabajo emprendedores y a menudo están muy ligadas a las necesidades de usuarios tecnológicamente avanzados. Son recursos por lo general apropiados para un líder tecnológico.
La fase intermedia suele mostrar grandes innovaciones de proceso (no de producto), una continua variación del producto y un creciente número de competidores. Son recursos tecnológicos que generalmente se adaptan mejor a un seguidor tecnológico.
La última fase presenta escasas innovaciones de producto y de proceso, realizadas principalmente por empresas cuyo principal objetivo se centra en lograr una reducción de los costes operativos y una mejora de la calidad. Se adapta por ello mejor a una formulación estratégica de corte conservador.
Clasificación según el papel jugado por los recursos tecnológicos en el proyecto
Imprescindibles: sin ellos no es posible realizar el negocio propio del proyecto. Se trata de recursos con los que hay que contar y conocer necesariamente.
Convenientes: el desarrollo del negocio se realizaría en condiciones más óptimas ya que permitiría introducir mejoras en la ejecución y resultados de determinadas actividades.
Auxiliares: se trata de recursos tecnológicos prescindibles ya que las mejoras que introducen afectan muy poco a los resultados logrados sobre los productos o servicios.
Clasificación según el nivel de absorción que presente tu proyecto empresarial
Cada recurso puede resultarte totalmente desconocido, conocido o dominado. Este punto es importante de cara a detectar las actuaciones necesarias respecto a formación del personal, el mantenimiento de la tecnología y la adaptación de los procedimientos internos de la organización.
Puedes representar el resultado de esta clasificación en forma de matriz, de manera que te permita analizar y obtener conclusiones respecto a las oportunidades que se presentan en tu caso particular y las actuaciones a realizar de cara a realizar tu Propuesta Tecnológica definitiva.
Como norma general, deberás disponer y dominar todas aquellas tecnologías que sean imprescindibles para tu proyecto, mientras que no te interesará invertir en aquellas que desempeñen un papel auxiliar ya que no contribuirán a generar suficiente valor para tu negocio.
Para aquellos recursos que consideres que son convenientes, deberás reflexionar sobre su verdadera aportación a la creación de una ventaja competitiva, prestando especial atención a aquellos que dominas o puedes llegar a dominar, a la hora de realizar la selección final.
Elaboración de la Propuesta Tecnológica
A continuación debes realizar una selección concreta de los recursos tecnológicos más adecuados para tu proyecto (elaboración de la Propuesta Tecnológica). Apóyate en las clasificaciones y criterios expuestos anteriormente.
De cara a realizar la selección de los recursos te recomendamos que tengas en cuenta lo siguiente:
La utilización o creación de tecnologías emergentes poco desarrolladas exige poseer unos conocimientos técnicos elevados y disponer de una estrategia de gestión de riesgos apropiada. Normalmente se asumen riesgos muy altos, pero también se pueden recibir compensaciones muy elevadas.
Lo contrario ocurre con las tecnologías consolidadas u obsoletas: los riesgos son más reducidos, pero también lo son las posibles ventajas competitivas y compensaciones que se pueden llegar a alcanzar.
Se puede considerar la utilización de diversos recursos tecnológicos que presenten diferentes niveles de madurez, lo que puede ayudar a diversificar el riesgo tecnológico. La capacidad de integrar diversas tecnologías constituye una de las competencias clave en el mercado actual.
Es necesario dominar aquellos recursos tecnológicos que sean imprescindibles y aquellos que contribuyan a sustentar y mantener una ventaja competitiva.
Es interesante conocer la existencia de recursos tecnológicos emergentes, con el fin de estar preparados ante un posible cambio tecnológico en el futuro.
Manuel Ballester, Socio Director Área de Consultoría Auren
Vicepresidente Academia Mexicana Ciencia Sistemas