Ahora que el mundo está más preocupado por el cuidado al medio ambiente es momento de actuar y dejar de ver el tema sólo como una cuestión de ética, bien aplicada una estrategia al respecto resulta en beneficios para el negocio.
En México, cada vez más se le da importancia al aspecto ambiental, ya que diversos sectores empresariales lo toman para ser sustentables y de esta manera maximizar la eficiencia para controlar y mejorar su rendimiento medioambiental.
BSI señala que una política ambiental aplicada en los negocios implica la optimización del uso de los recursos para garantizar beneficios económicos para la empresa, el problema es que sólo el 8% de las organizaciones en México están certificadas con la ISO 14001 (Secretaría de Energía).
En el primer semestre del año se publicó la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental en el Diario Oficial de la Federación, en la cual se reforman, adicionan y derogan diversas disposiciones, cuyo propósito es la compensación de daños ocasionados al ambiente.
La ley cita textualmente que, a efecto de otorgar certidumbre e inducir a los agentes económicos a asumir los costos de los daños ocasionados al ambiente, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) deberá establecer paulatinamente normas oficiales mexicanas, que tengan por objeto establecer caso por caso y atendiendo la ley de la materia, las cantidades mínimas de deterioro, pérdida, cambio, menoscabo, afectación, modificación y contaminación, necesarias para considerarlos como adversos y dañosos. Para ello, se garantizará que dichas cantidades sean significativas y se consideren, entre otros criterios, el de la capacidad de regeneración de los elementos naturales.
Lo anterior implica que se puede poner en riesgo el funcionamiento y continuidad de una empresa, pues las sanciones económicas son parte de esta compensación y la ley establece dos montos, dependiendo la persona de que se trate; ya sea física o moral. Se estiman sanciones desde los 20 mil a más de 3 millones de pesos para personas físicas y de 60 mil a más de 38 millones de pesos para personas morales.
Bajo esta premisa, el principio de “el que contamina, paga” se encuentra plasmado en el artículo 10 de la Ley Federal de Responsabilidad Ambiental y para reducir estas multas es mejor estar preparado con un sistema de gestión que ayude a controlar y mejorar el rendimiento medioambiental de una organización.
La ISO 14001 es una norma aceptada internacionalmente que establece cómo implementar un sistema de gestión medioambiental (SGM) eficaz y se ha concebido para gestionar el delicado equilibrio entre el mantenimiento de la rentabilidad y la reducción del impacto medioambiental. “ISO 14001 provee un marco de trabajo para minimizar residuos de desperdicio y ahorro de energía, por lo que hay que pensar que la protección ambiental debe ser una obligación moral, más que legal”, dijo Carlos Pérez, Instructor de BSI Group México.
Esta norma trae beneficios como una operación más eficiente, competitiva y rentable; Ayuda a proteger la organización contra incidentes ambientales; Ahorro de costos; Permite la apertura de nuevos mercados; Impulsa el reconocimiento de la organización por la comunidad local y global; Apoya la optimización de recursos administrativos.
El instructor detalló que la ventaja que ofrece esta herramienta de gestión es que proporciona un proceso sistemático, “se basa en los principios del Ciclo de Mejora de Deming, que consiste en planificar, ejecutar, comprobar y ajustar la gestión ambiental de forma permanente y asegurar con ello niveles de comportamiento ambiental cada vez más elevados”.
Redacción Pymempresario
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