Si a lo largo del año no pudiste evitar hacer compras de más ya sea por gusto o porque tuviste que cubrir algún imprevisto y ahora estás presionado queriendo saldar tus deudas, inicia el año con buenas prácticas que te ayudarán a dejar esas preocupaciones atrás.
La Condusef (Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros)propone algunos puntos para finiquitar las deudas:
El primer paso es desarrollar un Planificador de Presupuesto Personal y Familiar. A través de esta herramienta podrás conocer la diferencia entre los gastos que tienes con respecto a los ingresos que recibes, así podrás disminuir algunos gastos y destinar ese ahorro al pago de tu deuda.
En el estado de cuenta que te envía tu banco cada mes aparece un rubro en el que te dicen cuánto debes abonar para liquidar tu deuda en 12 meses. Si puedes, hazlo con disciplina. Recuerda, para librarte de las deudas que hoy te ahogan, es imprescindible dejar de utilizar las tarjetas y armar un plan financiero de pago que sólo puedes determinar con la elaboración de un presupuesto. Éste te indicará si puedes o no endeudarte y en qué magnitud sin caer en problemas de solvencia
Una vez que hiciste lo que está en tus manos para ajustar y recortar gastos, y que ya sabes de cuánto más puedes disponer para acabar con tus deudas, hay que buscar alternativas para bajar el monto que debes pagar por ellas.
Las instituciones financieras ofrecen algunas opciones, tanto para quienes están al corriente en sus pagos (y que abonan al menos el mínimo solicitado), como para quienes han caído en moratoria en sus pagos (esto quiere decir que han dejado transcurrir al menos 90 días sin abonar a su adeudo).
Si estás al corriente con tus pagos, explica la Condusef, tienes tres opciones:
– Solicitar un plan de pagos fijos: Llama por teléfono al banco y solicita un programa de pagos fijos en el plazo que te resulte más cómodo. Los bancos usualmente manejan plazos que van de 6 a 60 meses. El beneficio que puedes obtener al llegar a este acuerdo con tu acreedor es bajar el monto del pago que debes realizar cada mes, a través del cual pagas intereses y capital; y los intereses de la deuda ya no generarán más intereses. Esto facilita el pago del adeudo en un plazo mucho menor que si sólo se pagara el monto mínimo y un poco más.
– La Comisión advierte que una vez que establezcas con tus acreedores este plan, ya no vuelvas a utilizar las tarjetas, de otra manera, volverás a incrementar el monto a pagar por deudas cada mes, y de nueva cuenta te encontrarás en una situación de insolvencia pero, esta vez, puede ser todavía más grave.
– Consolidar tus deudas. La consolidación, reunificación o unificación de deudas es un proceso que te permite convertir todos tus pagos mensuales en un solo pago y, al igual que en la alternativa anterior, inferior a la suma de todos los pagos mensuales que hoy debes realizar. Otro beneficio que obtienes es el ahorro de las comisiones anuales que debes pagar en caso de manejar más de una tarjeta pues la recomendación es cancelar tus otras tarjetas.
Un punto importante es que la línea de crédito que tengas vigente con el banco de tu elección debe ser suficiente para “cubrir o consolidar” la suma de todas tus deudas en una sola cuenta o tarjeta. Si tienes varias opciones compara el Costo Anual Total (CAT), además de las comisiones, seguros y otros gastos relacionados con el financiamiento.
– Solicitar un préstamo con mejores condiciones. Este tipo de créditos te pueden dar la liquidez necesaria para saldar tus deudas más caras, aunque, hay que decirlo, créditos como los de nómina y personales no son tan baratos en términos de tasa de interés. Según el banco, el CAT puede ir de un 23% hasta 48%.
Otro punto es que para obtener un financiamiento de nómina o personal debes contar con un buen historial crediticio y capacidad de pago suficiente para liquidarlo. Si al consultar tu reporte de crédito el banco detecta que tienes un elevado nivel de endeudamiento, es muy difícil que te lo den.
Otra opción, en caso de que seas propietario de un inmueble o bien raíz, es solicitar un crédito de liquidez hipotecaria. La garantía de pago se respalda con tu propiedad, y la tasa de interés puede ser considerablemente inferior al resto de las opciones de financiamiento ya mencionadas.
Redacción Pymempresario
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