En el marco de la celebración del Día Internacional del Reciclaje, que se celebró el 17 de mayo, se promovió el hábito del consumo responsable, que permita reducir las toneladas de desechos útiles que a diario se generan.
Realizar una separación adecuada, ayuda a generar menos residuos sólidos ya que estos pueden convertirse en abono de plantas y algunos de los residuos inorgánicos pueden reciclarse para convertirse en nuevos productos.
Para llevar a cabo esta acción, debemos saber qué desechos pueden ser sometidos a un proceso de reciclaje y cuáles no. La separación adecuada de los residuos trae consigo beneficios como el aumento de acopio de materiales reciclables, así como la posibilidad de producir composta para fertilizar los suelos de parques y jardines en la ciudad.
- Los residuos orgánicos son aquellos que se descomponen gracias a la acción de microorganismos, y con ellos se puede elaborar composta. Estos son como cáscaras de frutas y verduras, sobrantes de comida, café o té, residuos de jardinería, cascarones de huevo y se deben de poner en un contendor específico para ayudar en su separación.
- Los residuos inorgánicos son aquellos materiales que pueden reutilizarse en otros procesos técnicos o mecánicos, por lo que se requiere que estén muy bien separados, clasificados y libres de residuos. Estos son como bolsas, empaques y envases de plástico, vidrio, papel, cartón y unicel