Sólo una de cada 10 empresas en México controlan de manera eficiente la comunicación informal mientras el resto suele enfrentar desprestigio, información absurda o contraria a sus valores e incluso acoso y violencia laboral generada por los rumores, dice.
Los temas más comunes abordados en los rumores de oficina tratan sobre desempeño profesional, errores en el trabajo, romance e infidelidades. En algunos casos un simple comentario puede dañar severamente la reputación de una persona, destruir un proyecto o dañar la percepción de la firma.
En casos menos graves se afecta el clima laboral y con ello se detienen proyectos, aumentan fallas, disminuyen innovaciones y se afecta la productividad y satisfacción laboral. Los rumores perjudican a toda la organización con una baja de hasta 30% en nuevos negocios, facturación y producción.
Existe un factor que no se consideraba en las políticas de comunicación organizacional y tiene que ver con las oficinas y el espacio físico de trabajo. La distribución de oficinas, materiales de la construcción, temperatura e incluso ruido inciden directamente en la comodidad de quienes trabajan ahí y esto a su vez repercute en que se pueda o no trabajar confortablemente o se tengan incomodidades y se tenga que acudir constantemente a interactuar con los demás. En este último caso, entre más horas muertas se generen, existe mayor posibilidad de que se divulguen rumores.
El nivel de confortabilidad de una oficina y lugar de trabajo, así como el contar con políticas claras de comunicación organizacional, evitan los rumores y se genera mayor certidumbre laboral.
El rumor en la oficina es una antigua práctica que lesiona seriamente el ambiente de trabajo y se considera una herramienta esencial en el mobbing o acoso, por lo que urge establecer canales de comunicación oficiales que proporcionen la información que requieren los colaboradores como sueldos y compensaciones, planes de carrera, compensaciones diversas, prestaciones e interacción con los otros.
Es conveniente identificar a los líderes de comunicación informal, persuadirlos a seguir ciertas reglas de comunicación que busquen la armonía de los trabajadores y, asimismo, “contar con una oficina confortable, a temperatura conveniente, elaborada con elementos no tóxicos y libre de ruido” para asegurar un buen clima laboral libre de “dimes y diretes”.
Para evitar el cotilleo en el lugar de trabajo se recomienda:
1. No tomarlo personalmente. Los chismes suelen estar llenos de rumores, errores y malicia deliberada sin sentido, por lo que se debe intentar tomarlos lo más ligeramente posible. Enfocarse en encontrar los motivos que se esconden detrás del chisme y dirigir la atención a lidiar con eso de manera objetiva.
2. Buscar los hechos. Considerar que la mejor forma de desmentir un rumor es contrarrestarlo con hechos verídicos que prueben la palabra de la víctima. Si el chisme tiene que ver con el ámbito profesional, recurrir a datos administrativos que respalden la posición.
3. Evaluar el contexto. Es importante distinguir entre chismes tontos y graves que sí puedan perjudicar el futuro laboral.
4. Enmendar el chisme con rapidez, apoyo y honestidad. Durante tiempos de cambios en la organización, es natural que el chisme crezca consecuencia del miedo y la ansiedad. Cada líder de equipo, debe procurar ser una fuente de apoyo al escuchar las preocupaciones de todos.
5. Enfrentar al que inventa el chisme directamente. Algunas personas esparcen rumores porque se sienten inseguras en su interior. Es natural que la mayoría de los chismosos sean personas que buscan atención. Si identificas al autor del rumor, intenta enfrentarlo directamente y así cortar el problema de raíz.
6. Mantenerse al margen. En la medida de lo posible intentar mantenerse al margen de cualquier actividad que implique hablar sobre la vida personal de los demás.
Por Liliana Silva, directora de Mercadotecnia de Grupo Xtra
También podría interesarte
Aprende a manejar los “chismes” en la oficina