Aunque hay quien piensa que en los negocios todo se vale, lo cierto es que para tener un ecosistema empresarial sano la ética debe regir en todos los negocios, así que no permitas que malas prácticas atormenten tu conciencia y perjudiquen tu reputación.
– Honestidad, lo más importante es siempre ser confiable con clientes y proveedores, si te ofrecen un gran proyecto que no serás capaz de realizar es mejor que digas no o busques un aliado a quedar mal sólo por ganar la venta.
– Una buena forma de involucrarte en tu industria para disminuir las posibilidades de la competencia desleal es formar parte de una Cámara empresarial o Asociación en donde podrás conocer las tendencias de tu sector y descubrir aliados.
– Si te encuentras con una organización que no respeta las reglas, no caigas en su juego, evita que el enojo y frustración se apoderen de ti y busca la manera de ponerla en evidencia, la competencia desleal tiene consecuencias.
– Evita caer en la corrupción, por desgracia existen personas dispuestas a compartir contactos o dar ventajas a cambio de una retribución, sin duda se trata de personas poco confiables que podrían poner en peligro a tu empresa.
– Rumores, si bien en tu discurso de negocios debes exaltar las capacidades y diferenciación de tu empresa frente a la competencia, no está permitido que lances rumores injustificados o exageres los problemas para ensuciar la reputación de otras empresas.
– A nivel interno también es necesario poner atención a los malos hábitos, en ocasiones los empleados se dedican a entorpecer las actividades de sus compañeros en lugar de trabajar como un equipo.
– Comunicación interna, tienes que dar a conocer los valores a los empleados, hacerles ver que si bien cerrar tratos es importante ello no implica que sean deshonestos o caigan en malas prácticas.
Ariadna Cruz
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