El manejo adecuado de los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) representa un reto constante que impacta nuestra empresa, nuestra casa, las escuelas, el entorno y el medio ambiente… debido a que se desechan una gran cantidad de materiales que van destinados a tiraderos o rellenos sanitarios, donde la autoridad municipal debe coordinar y controlar. Por ejemplo, tan sólo en la Ciudad de México se generan 13 mil toneladas diarias de residuos; más de la mitad son inorgánicos: envases de cartón y vidrio, papel, unicel, plásticos y pañales, entre otros.
Hoy en nuestros días y derivado de la escasez de recursos naturales, el calentamiento global y la generación de basura, las empresas han iniciado acciones sustentables como el reciclaje de desechos y residuos para generar nuevos productos y servicios que tengan un impacto ambiental, social y económico positivo.
Reciclar proporciona grandes beneficios tanto para la empresa como para el entorno en el que desarrolla sus actividades: El ahorro de energía, la reducción de huella de carbono, la menor generación de residuos, el alargamiento del ciclo de vida de las materias primas y la segunda vida de un recurso reutilizable.
Al día de hoy son cada vez más las empresas preocupadas por conciliar el crecimiento y la competitividad, todo con un decidido compromiso en favor del desarrollo social y la protección del medio ambiente. Este compromiso se ve periódicamente reflejado en las memorias e informes de sostenibilidad que publican un número creciente de empresas privadas y organismos públicos.
Diseñar e implementar un programa de reciclaje para una empresa o comunidad es una tarea relativamente sencilla. La forma ideal es aquella donde el producto a reciclar sea separado en la fuente de origen, facilitando su manejo y posterior tratamiento.
Hace algunos años que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) promovió respecto al manejo de los Residuos Sólidos, en donde utilizó como slogan de la campaña: “Separada no es Basura” .
Con esta premisa en mente y promoviendo un cambio de hábitos y de mentalidad para ayudar al medio ambiente, es mucho más sencillo implementar un proyecto de reciclaje, con la idea de aprovechar los diferentes Residuos sólidos que generamos. Crear conciencia y comprometerse con el proyecto son los elementos primordiales en el diseño y aplicación del programa.
Algunas recomendaciones que pueden aplicarse para reducir el impacto en los lugares de trabajo:
- Reutiliza las hojas de papel al imprimir.
- Además de separar los residuos orgánicos e inorgánicos, es importante separar los últimos en no reciclables y reciclables como metal, vidrio, papel y plásticos como botellas PET y unicel procurando limpiarlos.
- Lo recomendable es clasificar y empacar los elementos reutilizables para llevarlos a un centro de reciclaje; de esta forma, si no te es posible encontrarles un segundo uso, le darás la oportunidad a alguien más de hacerlo.
- Recicla tus cartuchos de tinta.
- Utiliza en la oficina pilas recargables, que te ayudarán a ahorrar dinero y multiplicar el rendimiento en tus aparatos electrónicos.
- Comunicar a los colaboradores sobre los medios que tienen a su alcance, recabar su opinión, escuchar sus sugerencias y mantenerlos informados de las mejoras ecológicas y económicas que representan este tipo de programas.
El reto para que cada vez más empresas se inserten en la economía circular es que diseñen sus productos y servicios pensando en su ciclo de vida útil y en cómo y dónde terminarán. Por lo que vemos, las empresas tienen a su alcance la posibilidad de poner en marcha de programas de reciclado, que son buenos tanto en términos económicos como medioambientales, y que además fomentan un entramado social beneficioso alrededor del reciclaje.
No hay duda, reciclar es una actividad sostenible.
Gerardo Pedra, Gerente Corporativo de Programas de Reciclaje de Dart de México y Presidente de la Sección de Recicladores de ANIPAC
Para mayor información visite: www.reciclaunicel.com.mx
Twitter: @reciclaunicel
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