Cuando el profesor F. Terman de la Universidad de Stanford incentivó a sus estudiantes a emprender compañías de tecnología al sur de San Francisco California, no debió imaginarse que la región se convertiría en el alojamiento de las mayores corporaciones tecnológicas del mundo y de miles de pequeñas empresas innovadoras (startups), pasando de ser una zona industrial de semiconductores (de silicio) para las computadoras, al centro líder para la innovación y desarrollo de alta tecnología.
Sin lugar a duda, la mayoría de las compañías que ahí residen, tienen gran éxito económico y emerge la duda si son empresas comprometidas con la sociedad actual y las futuras generaciones. Si entendemos la responsabilidad social empresarial (RSE) como la participación voluntaria de una empresa para mejorar el entorno social, económico y ambiental, podemos reflexionar sobre temas como prácticas justas de operación, relación con la comunidad, medio ambiente y la relación de las empresas con sus trabajadores.
Sorprende a primera vista, que la región tiene su propio centro comunitario: Silicon Valley Community Foundation (SVCF) cuyo objetivo principal es fortalecer el bien común y cuenta con la colaboración de las principales firmas tecnológicas del área que participan en proyectos tanto locales como globales en rubros educativos, ambientales, socioeconómicos, de salud y de bienestar.
Desde el punto de vista social, Expok, la agencia en comunicación de sustentabilidad y responsabilidad social empresarial, destaca cinco empresas ejemplo en filantropía, que a diferencia de la RSE, no se encuentra ligada a su modelo de negocio, pero está orientada a crear un vínculo con la sociedad y ayuda generalmente a la reputación de su marca. Las compañías Apple, Google y Microsoft se encuentran en los tres primeros lugares. Podemos destacar así, algunos proyectos sociales de las empresas tecnológicas: la participación de Microsoft en educación y apoyo a jóvenes emprendedores, los esfuerzos de Facebook para llevar internet a las comunidades más pobres y en general para promover la equidad en salud, cultura e investigación científica, también los programas de alfabetización digital de Google en países en vías de desarrollo y su colaboración con el Banco Mundial en ayuda humanitaria, Apple con su campaña de “inclusión inspira innovación” y para finalizar, el ejemplo de Dell en la integración laboral de personas con necesidades especiales, entre muchos otros.
Si nos concentramos en la percepción de satisfacción de los empleados de empresas que aquí residen, según la lista de Great Places to Work 2015, en los primeros sitios se encuentran compañías de tecnología como SAS Institute, NetApp, EMC y Microsoft, pero es Google (Alphabet) la que sin duda, ocupa el primer lugar y no solo por los espacios de ocio y servicios gratuitos que ofrece a sus empleados en sus centros de trabajo, sino por su filosofía de bienestar para sus trabajadores, de libertad y de impulsar sus ideas a la creación.
Por el lado ambiental, el último informe de Greenpeace señala las tres empresas tecnológicas más verdes: Apple, Facebook y Google seguidas por Microsoft y IBM. La lista de Newsweek de empresas más verdes 2015, incluye también en los primeros puestos a Adobe System Incorporated. Apple se encuentra a la vanguardia en temas sustentables, según datos de GreenScreen Magazine el 93% de sus instalaciones funciona con energías renovables y sus empaques están elaborados 99% de materiales sostenibles o reciclables.
Apple ya presentó al público su robot “Liam” encargado del reciclaje de sus dispositivos electrónicos, procesando los materiales y separando todas las piezas. También ha sorprendido con el desarrollo de la subsidiaria Apple Energy solicitando permiso en Estados Unidos para vender energía verde.
Cabe mencionar por último, los esfuerzos de IBM por la creación de ciudades más inteligentes, en transporte, gestión del agua, sanidad, medio ambiente, seguridad pública, energía, tráfico, transparencia y otros servicios, con el objetivo de hacerlas más eficientes y sostenibles (donando consultorías y planes de implementación en muchas regiones que no cuentan con los recursos necesarios).
Esperemos que el ejemplo de las exitosas compañías tecnológicas de Silicon Valley de generar riqueza de forma sustentable e incluyente, promoviendo una mejor calidad de vida, aliente a las empresas grandes, medianas y pequeñas y a los nuevos emprendedores (cada uno actuando desde sus posibilidades).
Mtra. Ma. Luisa Ruiz Calleja
Académica de la Facultad de Responsabilidad Social y Desarrollo Sustentable de la Universidad Anáhuac México.
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