El basurero más grande del mundo llamado planeta tierra 

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¿Hambre? ¿Hunger? ¿Hungry? ¿Faim? ¿Fame? ¿Fome?, sea el idioma que sea, el significado es el mismoGran parte de la población está padeciendo de hambre y lamentablemente es por culpa de nosotros.

Si, en efecto, el planeta tierra es el basurero más grande del mundo. Somos la civilización más inculta de todos los tiempos. Es asombroso ver la cantidad de comida que se tira todos los días. Nada más para que nos demos una idea, se habla de 1,300 millones de toneladas que se tiran al año, según datos de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

La seguridad alimentaria según la FAO se da: “ cuando todas las personas tienen acceso físico, social y económico permanente a alimentos seguros, nutritivos y en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutricionales y preferencias alimentarias, y así poder llevar una vida activa y saludable”.

Lo más sorprendente pero cierto es que los paísesmás industrializados” son los que más comida tiran,desde los

Por otro lado los comensales deben de aprender a pedir realmente lo que van a consumir, para ello algunos establecimientos que venden los tradicionales buffets, ya han implementado la política de que sí el cliente deja algo en el plato, se le cobra un buffet adicional.

agricultores hasta el consumidor final. En muchas ocasiones hay factores externos que afectan las diferentes cosechas en los campos, pero si analizamos de fondo, también de ello somos culpables, somos responsables del cambio climático y lo peor de todo es que no hacemos nada para remediarlo. Se habla de diferentes iniciativas, empresas que tratan de hacer un verdadero cambio, pero en el fondo no hacemos nada.

Pero en esta ocasión, quisiera hablar de dos elementos de la cadena de valor que tienen un mayor peso en esta lamentable situación, en primera instancia son los proveedores (aquellas empresas que venden de alguna manera u otra los alimentos) y en segunda el consumidor final, éstos dos son desde mi punto de vista los responsables mayoritarios de todo lo que está pasando.

Según la Asociación de Fabricantes y Distribuidores (AECOCO) en el 2012 estimaron que el 42% del desperdicio se generó en los hogares del mundo y el 39% en establecimientos que transforman los alimentos. En suma, el 80% del desperdicio es por nuestra culpa y aun así no hacemos nada para cambiarlo.

Según estadísticas de la FAO, nada más en Europa y Estados Unidos se tiran cerca de 100 kg de comida al año por habitante. La misma FAO establece que hay cerca de 1000 millones de pobres en el mundo que padecen de hambre. Simples matemáticas, si aprendiéramos a repartir equitativamente los alimentos y manejarlos con el debido cuidado, el mundo no padecería de hambre. Si estos alimentos que se tiran día a día, se supieran manejar de una manera correcta se podría apoyar a la población más vulnerable, llevándoles dichos alimentos y dándoles un mejor uso.

Realmente no hay conciencia ni en los distribuidores de alimentos, entiéndase empresas que venden alimentos y ni los consumidores finales de todo el alimento que se tira día a día, ya sea en las propias casas o en los establecimientos de alimentos y bebidas. En la industria alimenticia los establecimientos no hacen los análisis a conciencia de lo que realmente el consumidor puede o debe de consumir y el consumidor final no le importa todo el alimento que se tira, ya que por lo general tiene para pagar eso y más.

Es cierto que ya se empiezan a ver establecimientos que se han acercado a los bancos de alimentos para que éstos recolecten la comida que sobra y poder llevarla a través de ciertas instituciones a comunidades que lo requieren.

En las empresas que se manejan los alimentos se deben de implementar un mayor número de controles que permitan el cuidado del alimento. Ello implica ser responsables en el manejo de los alimentos. Por su parte el consumidor debe de aprender a comprar nada más lo necesario para el día a día.

A simple vista, convendría hacernos la pregunta de cuánta comida tiramos en nuestras casas y posiblemente nos sorprenderemos de la cantidad de comida que se tira a la semana, multipliquémoslo al año y por lo que nos cuesta y hablaríamos de grandes cantidades de dinero que se tiran a la basura. Seamos concientes de lo que implica la cadena de valor de los alimentos, y apoyemos a las personas que más lo padecen. No se trata de regalar lo que nos sobre, sino cuidar lo que tenemos y aquello que sobre en los diferentes procesos utilizarlo de la manera más correcta posible.

Por otro lado los comensales deben de aprender a pedir realmente lo que van a consumirpara ello algunos establecimientos que venden los tradicionales buffets, ya han implementado la política de que sí el cliente deja algo en el plato, se le cobra un buffet adicional. Claro que también los establecimientos deben de aprender a servir las cantidades que el cliente se vaya a comer, para ello algunos ya han optado por servir diferentes tamaños de platos o inclusive lo hacen por gramaje. Si uno realmente viera, pesara, y costeara la cantidad de comida que se tira en cada uno de ellos, la situación económica de todos sería muy diferente a la actual.

Es cierto, en muchos lugares se escucha decir: “y a qué”, “ese no es mi problema”, “si tengo para pagarlo lo puedo tirar también”. Algunas de estas frases y muchas otras son el reflejo de lo que es hoy en día la sociedad.

Alexander Scherer Leibold, Académico de las Facultades de Turismo y Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México.

 

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