Estamos asistiendo al nacimiento de la cuarta revolución Industrial. Una revolución que se fundamenta y afecta la manera en la que trabajamos, vivimos y nos relacionamos con los demás. A menudo se comenta que las auténticas revoluciones son tan silenciosas y potentes que pueden pasar desapercibidas para los ojos de la mayoría de las personas.
La primera revolución (que tuvo lugar en el Siglo XVIII) se basó en la fuerza de la máquina de vapor. La segunda revolución (siglo XIX) se basó en la división del trabajo, la electricidad y la producción en masa. Más recientemente hemos asistido a la tercera revolución industrial (siglo XX) basada en la electrónica, las tecnologías de la información y la comunicación y la producción automatizada.
Muchos investigadores están volcados analizando la información obtenida en un mundo hiperconectado que provee enormes masas de información (big data) a niveles nunca vistos hasta ahora. ¿Cómo se puede hablar de una cuarta revolución cuando aparentemente estamos todavía en la tercera? ¿Se puede hablar de un agotamiento de la electrónica, de internet o de la producción masiva? Y la respuesta, no puede ser otra, es que sí. La Ley de Moore, enunciada el año 1965, nos dice que cada dos años se duplica el número de transistores en un ordenador, y esta sencilla sentencia se ha ido cumpliendo inexorablemente desde entonces.
Sin embargo, la Ley de Moore está mostrando muestras de agotamiento, tal como nos muestra el artículo de la revista Nature , de febrero del año 2016. Por primera vez desde que se habla de esta ley el sector de los procesadores y semiconductores establecerá un plan de investigación y desarrollo que ya no se centrará en ella. Ya no consideran posible integrar más semiconductores en el mismo espacio, y lo que es más importante, disipar el tremendo calor generado por los procesadores en funcionamiento. Algunas otras leyes están en entredicho, como por ejemplo la no tan conocida Ley de Kurzweil, una extensión de la Ley de Moore, la cual nos dice que la potencia de cálculo de los procesadores crecerá exponencialmente, en un proceso de miniaturización que también está llegando a su límite.
Todos los sectores de la economía están expuestos al impacto de las tecnologías disruptivas, las cuales sustituirán en mayor o menor grado a las existentes. Las tecnologías disruptivas crearán oportunidades para nuevos productos, mercados y nuevas maneras de dirigir los negocios . Según el informe del Fórum Económico Mundial de Enero del año 2016, aparecerán seis nuevas tecnologías consideradas disruptivas:
* Robótica social
* Inteligencia artificial y servicios inteligentes
* Realidad virtual
* Impresión 3D
* Internet de las cosas
* Tecnología móvil y “wearables”
Muchas coincidencias presenta la lista anterior con el informe anual de la consultora Gartner, un informe más técnico, que a la lista anterior añade algunas consideraciones:
La realidad virtual y la realidad aumentada son experiencias ambientales del usuario que trascienden dispositivos, espacio y tiempo; Información de todo (information of everything), a partir de la intensa interconexión de dispositivos (intelligent things), todo elemento de la malla digital puede producir, transmitir e utilizar información. “Su aprovechamiento mediante técnicas de estrategias de inteligencia empresariales puede significar que cantidades ingentes de información hasta ahora obsoleta, ininteligible, incompleta o sencillamente no disponible, reporte beneficios inesperados”. En este informe se detectan tres grandes categorías que darán lugar sin dudas a grandes cambios en los sectores productivos de los próximos años: inteligencia, digital y malla o red (intelligent, digital and mesh).
Los economistas en general, y también los directivos, son conscientes que la aceleración del tiempo de innovación, de cambio y de disrupción son difíciles de anticipar y que, los cambios, cuando se producen, son difíciles de reconocer en primera instancia, y sólo cuando empiezan a producir efectos, el mundo empresarial, y de los negocios puede utilizar la enorme fuerza de la innovación disruptiva en provecho propio. ¿Quién no recuerda el lanzamiento del iphone, o de ipad?. Auténticas innovaciones disruptivas a las que siguieron un auténtico alud de imitaciones y de seguidores que han contribuido a su extensión mundial.
La innovación es difícil de reconocer cuando se produce. Lo saben bien Business Angels e inversores en start-ups. A menudo auténticas disrupciones son ignoradas sencillamente porque no aparecieron en el momento y lugar apropiados, o porque quienes debían reconocerlas sencillamente no lo hicieron. Nuestra labor en estos momentos es ser conscientes de los cambios que se están produciendo y qué implicaciones tendrán en el futuro: sectores productivos, empresas y empleos. Estos temas serán el objeto de los próximos artículos.
ENRIC SERRADELL LÓPEZ Profesor de los Estudios de Economía y Empresa y Director de los programas Executive Education MBAs y Programas Directivos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC)
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