Una de las principales preocupaciones de cualquier trabajador es la de ser sustituido o reemplazado. En un mundo globalizado cualquier trabajador rivaliza en méritos con otros con similares características y habilidades.
Incluso dentro de una misma empresa, un trabajador de una línea de montaje, rivaliza con otros trabajadores de la misma empresa que trabajan en otros países con salarios diferentes. En definitiva, los costes son elementos importantes a la hora de tomar decisiones por parte de los directivos de todas las multinacionales del mundo.
Pero ¿qué ocurre cuando un trabajador puede ser reemplazado, no por una persona, sino por un robot?. Si bien es cierto que los robots, por ejemplo en el caso de las fábricas de automóviles, requieren inversiones elevadas, una vez instalados y configurados no reciben sueldo alguno. ¿Cómo se puede entonces valorar si mi puesto de trabajo es susceptible de ser automatizado o sustituido por un robot?
Muchas investigaciones se están dirigiendo a contestar esta pregunta. De hecho no es una novedad que podamos ser reemplazados por máquinas, la revolución industrial es en realidad la historia de como se pueden mecanizar procesos. La auténtica novedad es que la nueva automatización de puestos de trabajo afectará también a las llamadas profesiones de “cuello blanco” o de cierto nivel de dirección y responsabilidad, no especialmente ligadas a trabajos manuales.
Una posible aproximación es pensar que los robots no pueden sustituir a una persona en todo aquello que se refiere a sentimientos, valores, capacidad de análisis crítico o razonamiento abstracto. Sin embargo no deja de ser una impresión subjetiva de las auténticas capacidades que distinguen a las personas de los automatismo.
En el trabajo realizado por los investigadores Frey y Osborne, se realiza una aproximación sobre la probabilidad de que un determinado trabajo pueda ser automatizado. Los investigadores examinaron cómo determinados trabajos son susceptibles a la informatización utilizando nueve variables que afectan la automatización de los procesos. Cada variable fluctúa en un rango entre 0 a 100. Con la excepción de la variable “espacio de trabajo reducido”, un número más alto significa una menor probabilidad de informatización.
Las variables utilizadas son las siguientes:
* Percepción y manipulación
* Motricidad fina: Uso de las habilidades motoras finas para coger, manipular o ensamblar pequeños objetos.
* Motricidad gruesa o destreza manual: Uso de habilidades motoras gruesas (por ejemplo, en movimiento, mano o brazo) para agarrar, manipular o armar objetos.
* Espacio de trabajo reducido: ¿Exige el trabajo a menudo trabajar en posiciones incómodas?
* Inteligencia creativa
* Originalidad: Desarrollo de ideas creativas o soluciones sobre un tema, situación o problema.
* Bellas artes: Conocimiento de la teoría y las técnicas requeridas para crear obras musicales, danza, artes visuales, teatro o escultura.
* Inteligencia social
* Percepción social: Ser consciente, conocer y comprender las reacciones de los demás.
* Negociación: Llegar a acuerdos y conciliar diferencias.
* Persuasión: Capacidad de convencimiento a otras personas para cambiar ideas o comportamientos.
* Asistencia y cuidado de otros: prestar asistencia personal, atención médica, apoyo emocional o cuidados personales a otras personas.
Los resultados muestran como una gran parte de las profesiones actuales tienen amplias posibilidades de ser sustituidas, total o parcialmente, por procesos automáticos. Aunque la lista completa puede consultarse en el estudio citado, algunas profesiones con un porcentaje de sustitución superior al 95% son tan diversas como operadores de centrales nucleares, manicuras, recepcionistas y oficinistas, cajeros, agentes inmobiliarios, modelos, operadores de radio, analistas de créditos u operadores de telemarketing.
Qué ocurre, sin embargo, con las profesiones más seguras a corto plazo?, qué profesiones son las menos automatizables? entre ellas podemos citar médicos, psicólogos, dietistas, dentistas o maestros de educación primaria.
En la página web del diario Washington Post conocida como Job Terminator es posible jugar a reconocer qué profesiones son mas fácilmente reemplazables por máquinas. Entre J.K. Rowling (escritora) y Meryl Streep (actriz) qué profesión elegiría?, ¿y entre LeBron James (jugador de baloncesto) y Guy Fieri (chef)?
ENRIC SERRADELL LÓPEZ Profesor de los Estudios de Economía y Empresa y Director de los programas Executive Education MBAs y Programas Directivos de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Recuerda dejarnos un comentario
Da click aquí para ver nuestra nota recomendada
Te compartimos el siguiente vídeo: