Dentro de la empresa tenemos muy claros, los objetivos, las metas, la misión, inclusive la cultura empresarial, sin embargo, no hay nada que nos indique cómo lidiar con las diversas características que tienen las personas a nuestro cargo independientemente del género al cual pertenezcan.
Difícilmente nos ponemos a revisar que cada uno de los empleados tienen diferentes rasgos de personalidad, así como conductas específicas que dependen y son resultado de su campo fenoménico.
Carl Rogers recalca que en el mundo privado de experiencias del individuo, sólo una pequeña porción es realmente experimentada en forma CONSCIENTE, denominando a este mundo como “campo fenoménico” o “campo experimental”, donde dicho campo no es otra cosa más que la propia percepción que tiene el individuo de sí mismo.
Además indica que la realidad es diferente para cada persona, ya que cada quien tiene percepciones distintas de la misma; es así que el organismo del individuo reacciona como un todo organizado a este campo fenoménico; existiendo así una correlación de estímulos y respuestas en un espacio.
Es así que cada uno de nuestros empleados, va a reaccionar de manera diferente al mismo estímulo.
Algunos serán pacientes, otros desesperados; tal vez uno que otro reaccione rápidamente a lo solicitado, mientras otros pasaran sin darse cuenta del asunto problemático. Cada ser humano es producto de su historia, de su clase social, nivel de experiencia y conocimientos. Así que entenderán y asimilarán las situaciones de manera diferente. ¿Qué hacer entonces?
1. Date un tiempo para conocer más a fondo a la gente a tu cargo, no solamente charles del trabajo, trata de investigar sobre su familia, hobbies, y experiencias laborales anteriores.
2. Realiza dinámicas de solución de problemas, para detectar sobre qué bases cada uno resolvería el mismo.
3. Al identificar las características individuales, verás que la comunicación hacia cada uno es diferente, por lo que será necesario que implementes sistemas de comunicación general e individualizada.
4. No compares a tus empleados, esto daña enormemente la autoestima; sólo revisa los éxitos obtenidos por cada uno y desde ahí retroalimenta invitando a la mejoría de diversos aspectos
5. Permite que tus empleados conozcan más de ellos a través de cursos o actividades en donde todos participen.
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