México ocupa el quinto lugar en América Latina en materia de subcontratación laboral con cerca de 4.9 millones. Vivimos en un mundo en constante cambio, y las empresas no están exentas de enfrentarse a ellos, lo que los obliga a evolucionar si buscan crecer y anteponerse a los retos que le presenta la economía actual, siempre buscando evolucionar.
Dentro de este rubro las empresas deben de buscar el personal adecuado a las necesidades que se les van presentando la adecuada selección del capital humano juega un papel primordial, ya que permite a las gerencias liberarse de esas tareas y enfocarse en áreas críticas del negocio que crean y mantienen una ventaja competitiva.
De esta manera, los esquemas de tercerización se convierten en una alternativa de contratación para las empresas que se encuentran en constantes cambios, al permitirles obtener el mejor talento para su beneficio competitivo y, al mismo tiempo, minimizar sus cargas administrativas.
Esto se ve reflejado en las cifras actuales, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Capital Humano (AMECH) en nuestro país hay 4.9 millones de trabajadores que laboran por tercerización, que nos ubican como el quinto lugar en la industria de la subcontratación en América Latina, de los cuales sólo 150,070 están contratados por las empresas que formamos parte de la AMECH y su contratación se realiza de acuerdo a la ley.
Al decidir traspasar ciertas actividades a verdaderos especialistas, se hace pensando que estos proveedores contribuirán a mejorar el resultado global de la empresa que los contrata, principalmente, a través del logro de éxitos en dos aspectos básicos: la calidad y el costo.
A través de la tercerización una empresa puede ser auxiliada por otra para el desempeño y/o desarrollo de ciertas actividades, ya sea porque responden a la necesidad de enfrentar más picos en el ciclo de producción o porque es una forma de lidiar con una alta rotación de personal típica de la fase de adaptación inicial al puesto de trabajo; todo esto permite minimizar cargas administrativas y de previsión social inherentes al ejercicio de la actividad laboral.
De acuerdo con empresas que se decidieron por la contratación de servicios de tercerización encontramos algunos factores que son:
· Flexibilizan la gestión de nuevos requerimientos del negocio y ofertas de productos.
· Permiten concentrar esfuerzos en los objetivos principales del negocio.
· Facilitan mejoras e incrementan la calidad en los niveles de servicio.
· Dan pie a la transformación de costos jos en variables.
· Otorgan mayor flexibilidad operativa y fortalecen la estructura organizacional, así haya limitantes con relación al FTE (Full-Time Equivalent).
· Favorecen el acceso a recursos de tecnología avanzada.
Aunque la lista de objetivos podría seguir, es importante no generalizar dado que cada organización tiene sus propias tendencias, necesidades, características y tipo de personal; bajo esta perspectiva, cada una de las empresas debe hacer su propio análisis de situación. Por ejemplo, aquellas que optan por un esquema de tercerización tradicional a mediano plazo pueden reducir sus costos entre el 20% y 50% por el desarrollo de funciones de soporte.
Dentro de los beneficios que trae la tercerización a las organizaciones podemos encontrar, algunos que van desde los económicos, los estratégicos y cualitativos:
1. Económicos
Disminución de costos: se evita la creación de estructuras administrativas con capacidad improductiva.
Transforma costos fijos en variables: se paga sólo por lo que se usa.
Mejora la utilización de los recursos: se logra un mejor nivel de productividad y e ciencia.
2. Estratégicos
Permite al cliente enfocarse en actividades estratégicas indispensables para el desarrollo y crecimiento de su negocio, sin preocuparse por las tareas operativo-administrativas recurrentes; en otras palabras: zapatero a sus zapatos.
Acceso permanente a especialistas en distintas materias.
Adhesión a procedimientos administrativos probados y a tecnologías de alto rendimiento difíciles de obtener en un departamento interno.
3. Cualitativos
Solución rápida de problemas: al contar con personal entrenado junto con la experiencia de un socio de negocio especializado en su área, cualquier dificultad es más fácil de corregir y detectar.
Evita la dependencia de personal clave y disminuye riesgos operativos.
No existe la resistencia al cambio.
Pero no solamente las organizaciones se ven beneficiadas por el modelo de tercerización, también los empleados pueden tener grandes ventajas en este sistemas pues pueden encontrar un trabajo menos rígido, la labor en régimen de tercerización puede ser un importante instrumento de flexibilidad que les permitiría hacer compatibles algunas aspiraciones personales o existenciales con las exigencias del mercado laboral.
Otra ventaja que a veces se atribuye al trabajo en régimen de subcontratación es que abre la posibilidad de obtener un empleo fijo en las empresas usuarias. A veces, las empresas prefieren recurrir a los trabajadores subcontratados cuando tienen que cubrir puestos en su plantilla permanente dado que han podido evaluarlos durante su estancia en la empresa.
Podemos concluir que la tercerización se empieza a usar como una herramienta competitiva que sirve para enfocar la función y productividad del capital humano en aspectos de valor añadido:
La tercerización comienza a utilizarse como una herramienta competitiva que sirve para enfocar la función y productividad del capital humano en aspectos de valor añadido; en síntesis. Afianza ventajas competitivas a largo plazo a partir de su uso estratégico, además de que tradicionalmente se ha empleado para alcanzar resultados ad hoc o corto plazo.
Además, muchas empresas intentan distinguir entre procesos core y no core para decidir qué es apropiado externalizar; sin embargo, esa no debe ser la única de- cisión importante: la cesión de determinados procesos a un especialista puede otorgarles un nivel competitivo mayor o darles un contenido más trascendente que, incluso, el de su propia organización.
De esta manera, el proveedor de tercerización amplía el alcance de sus funciones para proporcionar un servicio integrado y de mayor amplitud.
En este sentido, mientras que algunas tareas han sido objeto de tercerización por separado —como nóminas, selección o capacitación de personal—, la tendencia actual es buscar proveedores de servicios transaccionales integrados.
Por último, la recomendación es siempre evaluar la mejor opción y asegurarte que tus aliados sean serios y comprometidos con tus objetivos; por lo tanto, revisa su reputación, tiempo de experiencia y solidez financiera, lo cual te dará mayor confianza al integrarlos a tu equipo de trabajo.
Es importante que la empresa se cerciore de estar trabajando con una compañía de tercerización que brinde asesoría profesional y que cumpla con sus obligaciones fiscales y laborales, pues de acuerdo con el reporte 2016 de Staffing Industry Analysts en México existen cerca de 900 compañías de subcontratación u outsourcing; de las cuales, únicamente 100 están debidamente registradas ante el IMSS, y de estas solo 40 pagan impuestos completos que corresponden. La cifra se reduce más cuando de esas 40, solamente el 50% permiten auditorías legales y de impuestos, alineándose con los estándares de la asociación que regula esta industria.
Una forma de evitarse dolores de cabeza al contratar servicios de tercerización es acudir a empresas serias y responsables que formen parte de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH), agrupación que representa a empresas que brindan un servicio apegado a la legalidad y de excelente calidad.
Colaboración por Salvador De Antuñano, Director de Recursos Humanos en Adecco México
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