Actualmente, existen numerosos obstáculos que los dueños de las pequeñas y medianas empresas, en adelante (PYMES), deben superar día con día, entre éstos se encuentran: la rotación de personal, las finanzas débiles, la falta de objetivos y la mala contratación.
Asimismo, de acuerdo con un reciente estudio realizado por el Instituto del Fracaso (el brazo de investigación de “Fuck Up Nights”) en México, las PYMES tienen menos posibilidad de sobrevivir en este país, que en países como Colombia, Brasil o Estados Unidos. De hecho, en México el 75 por ciento de los negocios cierran operaciones luego del segundo año de existencia, lo que significa que sólo un pequeño 25 por ciento de ellas se mantiene exitosamente activas.
Al ver la situación actual, Esteban de Gyvés, reconocido empresario de Nuevo León y propietario de la empresa ACTIONCOACH, se ha convertido en el “encantador de PyMes” al enseñarle al dueño cuál es su papel en la compañía. “Una empresa se estanca porque el dueño juega todos los roles operativos y deja fuera su rol más importante, el rol de dueño. Esto ocurre porque desde que nace, ésta nace con una visión y enfoque equivocado por lo que el dueño del negocio trata a su negocio como a su trabajo en lugar de verlo y tratarlo como a una empresa”.
En ese sentido, uno de los principales errores es que muchos propietarios crean su negocio, creen en su potencial, pero no se despegan del manejo. Si no al contrario, éstos ponen un negocio y lo tratan como un trabajo (por consecuencia, la chequera del negocio se convierte en la chequera personal).
Además, los dueños de las empresas se convierten en misioneros en vez de buscar talento. Es decir, buscan empleados “económicos”, familiares o amigos de confianza para cubrir vacantes y muchas veces esto resulta contraproducente ya que éstos no cuentan con la experiencia o cualidades suficientes para llevar a cabo el trabajo.
Por lo mencionado anteriormente, es indispensable contratar a las personas especializadas en las áreas correspondientes y no encargarse de todo, los dueños deben desarrollar habilidades gerenciales y encargarse de la empresa sólo por fuera (dejando que los directivos se encarguen de las otras áreas con sus equipos).
Tras un extenso diagnóstico, además de entrenar al dueño a llevar a su cabo su rol perfectamente, De Gyvés, además recomienda fuertemente analizar el departamento comercial, de operaciones, administración, finanzas y recursos humanos y crear un plan estratégico que asegure resultados y estabilidad en la empresa en los próximos siete años.
Redacción
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