México es uno de los países con más aprensión al efectivo, de hecho el 56% de la población no tiene una cuenta bancaria, en esto influyen diferentes factores sociales y económicos.
Principalmente esto se debe a la poca confianza que tienen los mexicanos en las instituciones gubernamentales y financieras; además de la preocupación por el pago de impuestos y el control por parte de la Secretaría de Hacienda, esto de acuerdo a la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera, realizada por el INEGI en conjunto con la CNBV.
La misma encuesta también señala, que más de 30 millones de mexicanos todavía guardan su dinero en casa, sin embargo, día con día tanto empresas privadas como el gobierno buscan crear programas sociales que concienticen a las personas sobre el uso de tarjetas de crédito, débito, así como de otros instrumentos financieros.
Ejemplo de esto último es la alianza entre una empresa de servicios financieros y el Gobierno de la Ciudad de México, para pagar el Transporte Colectivo Metro, así como la compra de diversos artículos o servicios que entren en el esquema de pago a través de una tarjeta de débito.
Hacer transacciones con tarjeta de débito o crédito tiene muchas ventajas, algunas de las cuales son:
1.- Seguridad. Ya que una parte de los recursos está únicamente resguardada en la tarjeta, lo que permite no tener dinero en efectivo. Además en caso de sufrir un robo, es posible acudir o contactar a la institución bancaria con la que se tiene el contrato para cancelar el plástico o saber en qué, dónde y cuándo se hicieron transacciones indebidas con el mismo.
2.- Practicidad. Si se hacen varias compras pueden pagarse totalmente con una sola tarjeta y no necesariamente en efectivo. Además, se puede consultar el saldo y los movimientos en cualquier momento que se desee a través de diferentes medios.
3.- Promociones y ofertas. Muchas empresas y negocios ofrecen tanto promociones como ofertas al pagar con tarjetas de crédito, además se puede hacer una transacción y diferirla a Meses Sin Intereses, lo que brinda la posibilidad de pagar por plazos lo que se adquiera.
4.- Mayor control monetario. Con el hecho de saber los movimientos monetarios que se hacen dentro de una tarjeta, es posible tener un mayor control de las finanzas personales y saber si hay fuga de dinero. Sin embargo, es necesario controlar los gastos impulsivos que se realicen con una tarjeta de crédito, ya que puede resultar perjudicial endeudarse con una institución bancaria.
Manuel Zamora, Director de Operaciones en Billpocket, opina que: “El pagar con tarjeta te da muchos beneficios; como seguridad al no cargar efectivo; te premia la lealtad acumulando puntos; te permite financiar productos de alto valor a Meses Sin Intereses, así como generar historial dándote acceso a otros servicios financieros y promociones”.
Tener a la disposición una tarjeta de crédito o débito es una excelente opción, pero es importante tener en cuenta que un plástico conlleva ciertos cuidados, control y gastos, como el de renovación, emisión y mantenimiento. Por esta razón, es importante tener toda la información necesaria de la institución bancaria para llevar un buen historial financiero y tomar la mejor decisión sobre qué tarjeta de crédito elegir.
Redacción
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