Unas finanzas sanas no consisten simplemente en llevar bien las cuentas, sino de tomar las decisiones correctas en torno al tema económico.
Una mala gestión financiera puede ser la diferencia entre el éxito o fracaso para una empresa.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el promedio de vida de los negocios es de 7.8 años, esto se debe a la falta de planeación y estrategia, carencia de metas y, en muchos casos, por dificultades económicas, ya sea por falta de fondos y/o por una mala administración de los recursos.
“Cuando no hay un control de las entradas y salidas de dinero, es fácil recurrir a los famosos “gastos hormiga” o compras superfluas. Es común que algunas empresas caigan en errores financieros porque no llevan un control detallado de sus ingresos y por ende, no administran el manejo y uso de ese dinero. Se deben tener objetivos claros y concretos, crear hábitos que se deben trabajar a diario para lograr estabilidad financiera”, comenta Israel Coto, director de la oficina Microsip en Ciudad de México.
Para tener una empresa “financieramente sana”, puedes empezar a implementar 7 hábitos clave para alejarte de las malas prácticas y hacer rendir tu dinero:
- Divide tus gastos personales y los de la empresa: No puedes disponer del dinero de la empresa como tuyo. De inicio, asigna un sueldo fijo y respeta ese monto; lo más fácil es separar tu cuenta bancaria de la de tu empresa, así no utilizas los recursos de la compañía para fines personales.
- Mantén monitoreados tus recursos: Un buen control del dinero que entra y sale de la empresa, es esencial para no gastar de más. En términos simples: no puedes gastar nada que no hayas ganado antes, ni gasta más de lo que generas. La idea es incrementar los ingresos por ventas y no caer en gastos excesivos.
- Conoce la información de tu empresa: Saber cuánto factura nuestra empresa es un punto básico. A veces este punto se suele obviar pues se cree que es una lista de ingresos y egresos; sin embargo, nos permite marcar objetivos económicos y conocer el valor real de los activos y las deudas. Se recomienda generar los estados financieros cada trimestre.
- Buscar un experto en contabilidad: Podría sonar costoso, pero una buena gestión financiera, en manos de un profesional, ayuda a que el dinero de tu negocio fluya de manera eficiente.
- Ten una reserva de efectivo: De esta forma estarás preparado para cualquier eventualidad y actuar en consecuencia. Ten una reserva como mínimo del equivalente a tres meses de gastos de operación. Procura guardar este dinero en el banco o “ponlo a trabajar” en algún instrumento de inversión que te genere ganancias.
- Procura no pedir préstamos, líneas de crédito, etc.: Evita en lo posible generar este tipo de gastos. Sólo tienen sentido cuando la inversión hace que multipliques tu capacidad de producción y/o a menos que escalen tus posibilidades de vender más.
- Software administrativo: Sácale provecho a la tecnología. Aún si cuentas con un contador profesional, utilizar un software que te ayude a llevar un mejor control, significa tener visibilidad de la información necesaria como los ahorros y las ganancias, además podrás tomar decisiones de negocio o conocer las áreas de mejora que haya dentro de tu empresa.
SI bien la gestión financiera puede ser un dolor de cabeza, no cabe duda que en la actualidad existen herramientas que pueden ayudar tanto a las empresas como a los negocios mexicanos a mantener sano su entorno financiero. Es fácil tropezar cuando no se tiene la debida organización, pero tomar el control de tus finanzas a tiempo puede ser la diferencia entre un negocio sano y uno con miras a formar parte de las estadísticas.
Más informes: www.microsip.com
Redacción
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