Han pasado cuarenta años desde que China se abrió al mundo. Cuarenta años de apertura comercial en los cuales la manufactura, la industria tecnológica, energética y robótica, por mencionar algunas, han creado productos de alto valor agregado.
Karla Loyo, Gerente General de la Cámara de Comercio y Tecnología México China desmiente que los productos chinos estén asociados a la mala calidad. “Dicha percepción es algo que los mismos mexicanos hemos provocado, somos los que hemos ido a China a adquirir productos baratos y de mala calidad. Nuestro error es negociar precio antes que calidad y es por ello que estamos inundados de estos productos de bajo valor. Si nosotros exigimos un producto con ciertas características y durable, el precio que pagaremos es por un producto de buena calidad a un precio competitivo”, explicó.
México importa desde China: celulares; circuitos integrados; aparatos electrónicos y eléctricos; máquinas, aparatos y artefactos mecánicos; instrumentos y aparatos de óptica; fotografía o cinematografía; instrumentos de medida, control o precisión; autopartes, accesorios y vehículos; plástico y sus manufacturas; juguetes, juegos; artículos deportivos; manufacturas de fundición de hierro o acero; caucho y sus manufacturas; aparatos de iluminación; y productos químicos orgánicos.
China es un mercado en constante crecimiento, en el cuál los empresarios mexicanos pueden encontrar una gran variedad de productos, calidades y precios. Como parte de su desarrollo, el gobierno del país asiático ha implementado estrategias que evitan la piratería y la manufactura de productos de baja gama con el fin de mejorar las condiciones de empleo y de calidad de vida en su población.
Antes de importar algún producto es necesario realizar un estudio de factibilidad que permita conocer las ventajas que ofrece, su integración en un sector productivo, las normas y requisitos que debe cumplir para poder importarse y comercializarse en el país de destino, los impuestos que se deben pagar y los posibles canales de distribución.
Cabe resaltar que de la vasta gama de productos producidos en China no existe uno que sea mejor que el otro, “lo más importante a la hora de importar es conocer el producto y su industria, conocer los canales de distribución, en dónde y a quiénes se lo voy a vender, quiénes son mis competidores, en qué otros países se produce, cuáles son las oportunidades en México, es decir, comparar precios y calidad, y qué tan novedoso es, son elementos clave para comenzar”, comentó Karla Loyo.
Finalmente, la Gerente General de la Cámara de Comercio y Tecnología México China indica: “el producto más exitoso es aquel del cual yo soy experto y tengo conocimiento de su industria, de quiénes son mis competidores y de las ventajas que ofrezco con respecto a ellos. No hay un producto exitoso si no una persona exitosa que sabe qué y a quién venderle”.
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Redacción
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