Innovar implica salir de nuestra “zona de confort”, y, para el ello, el primer paso es innovar copiando; esto ocurre, por ejemplo, cuando una empresa tiene un nuevo modelo de negocios, y nosotros innovamos adoptando, justamente, ese modelo a nuestra empresa.
Pero, ciertamente, no se trata de copiarlo tal cual, ya que no se trata de trasplantar una idea de un lado a otro, sino tomar esa idea, adecuarla, ajustarla y “traerla” a nuestra organización; A eso le llamamos Innovación; es decir, innovamos en un nuevo proceso, un nuevo método, un nuevo producto, un nuevo servicio, que previamente ya hemos detectado y observado en otros. No obstante, innovación disruptiva significa innovar algo que nadie tiene, algo que no existe en el mercado, algo que no tienes a quien copiar. Innovación disruptiva es crear un nuevo concepto utilitario que sea totalmente nuevo en el mercado. En este sentido, la innovación “pura” es el paso previo o evolutivo de la innovación disruptiva.
La innovación puede y debe aplicarse a todas las áreas de la empresa. De hecho, cuando se habla de innovación la gente piensa, frecuentemente, en innovación de un producto, pero se puede innovar en procesos, modelos de negocio…, inclusive, en la manera de vender tu producto, haciéndolo de manera distinta, explorando, por ejemplo, una forma distinta de llegar a los clientes, una manera diferente de cobrarles nuestros productos/servicios; o, simplemente, la forma en la que vamos a dar a conocer nuestro producto. Podemos innovar en nuestro servicio para que la experiencia que tienen nuestros consumidores como clientes sea diferente; finalmente, todo ello nos permite crear un modelo de innovación en todas las áreas de la empresa.
Asimismo, la Innovación permite a una empresa su supervivencia. Lo que estamos viendo actualmente y veremos a lo largo del s XXI es que todas las empresas tienen que innovar si quieren sobrevivir. Justamente, las empresas que se están posicionando en el mercado son empresas que vienen con ideas totalmente innovadoras, por lo que yo diría que el primer paso que la gente tiene que tener en mente es que sin innovación tiendes a desaparecer.
Para innovar debemos capitalizar las capacidades que tienen todos los colaboradores de una empresa. Pero ¿Todas las áreas de una empresa pueden innovar? Más allá de eso, diría más bien que todas las personas en una empresa deberían de poder generar ideas innovadoras. Por definición, hay más ideas que personas en una empresa, por lo que tenemos que estimular a toda la empresa, a cada uno de los miembros de la compañía para crear entornos de innovación.
¿Cómo generar estos entornos de innovación?
- El primer paradigma a modificar (lo cual representa un gran desafío) es, precisamente, romper con la idea de que el único que puede innovar en las organizaciones es la alta dirección. Tenemos que crear un modelo donde todo el mundo en la empresa, desde su “trinchera”, pueda generar ideas, y, al mismo tiempo, que todos en la alta dirección estén abiertos a escuchar esas ideas.
Venimos de un modelo empresarial donde no se prestaba atención y, por ende, no se valoraban las ideas de las personas; si alguien hacía algo distinto porque pensó que … en muchas ocasiones la respuesta era: Aquí vienes a trabajar, no a pensar … Digamos que en el s XIX, s XX los trabajos eran más bien utilitarios; se utilizaban las manos, las piernas, la fuerza de los colaboradores como la energía para producir y, actualmente, estamos en el Mundo de la Innovación, de la Información, donde lo verdaderamente valioso son las ideas de los demás y de todos los integrantes en las organizaciones.
Por lo que el primer cambio paradigmático para estimularlo es, precisamente, hacer ver a la alta dirección que el pensamiento de los colaboradores es la herramienta más valiosa para poder innovar.
- Ayudar a la gente a salir de su “zona de confort”. La zona de confort es lo que conocemos. Aunque, la verdad, considero que la palabra “confort” está mal establecida, ya que la palabra confort viene de “comodidad” y no es comodidad precisamente lo que experimentamos cuando estamos en una “zona de confort”. Se trata de que lo que ya conoces no sea básicamente lo que te dirija, sino moverte en lo que no conoces que representa una vía hacia la innovación.
- Estimular la generación de preguntas. En todos los modelos de innovación se refleja que lo más importante no es la respuesta, sino la pregunta; entonces, empecemos a generar preguntas que estimulen las respuestas correctas!
- Hacer que la tensión creativa sea más fuerte que la tensión emocional. La tensión emocional es el miedo que sentimos frente al cambio; mismo que nos orilla a nuestra zona de confort. Mientras que la tensión creativa nos empuja a la Zona de Innovación para dar el primer paso hacia el cambio.
En México, diría que el 99% de las empresas ya están verbalizando este tema de crear entornos de innovación entre sus colaboradores, sin embargo, poco de todo esto se está llevando a la práctica.
En los 80s se hablaba de la Calidad Total pero era más bien un concepto teórico que no se ponía en práctica. Ya en los 90s había aplicaciones serias respecto a la Calidad Total en las empresas donde yo trabajaba. En esta década la gente habla de Innovación y muchas empresas se preguntan, ¿eso cómo se hace?, ¿es importante innovar?, ¿tenemos que innovar/ cambiar? … Definitivamente considero que el sólo hecho de cuestionárselo es importante pero hoy en día lo cierto es que son muy pocas las empresas que están llevando a cabo modelos de innovación serios.
Existen en México, por ejemplo, iniciativas muy valiosas y extraordinarios ejemplos en robótica, inteligencia artificial y otras materias en diferentes sectores pero son todavía escasas. Pero, como decía, las empresas actualmente sí están hablando ya de este tema, les inquieta y cada vez están más interesadas en desarrollar las herramientas necesarias para ser empresas innovadoras; de hecho, las conferencias que más imparto en las compañías actualmente están ligadas a la Innovación.
Finalmente, me gustaría añadir que justamente la respuesta para estimular la innovación está en el tema que tanto nos ha ocupado en los últimos años: el tema multigeneracional. Es decir, la materia prima para innovar, las empresas la tienen todos los días con la incorporación de mentes frescas, jóvenes que vienen con la necesidad, casi natural, de empezar a innovar, me refiero a los Millennials, a los que muchos critican, que no quieren trabajar.
Pero, lo cierto es que los millennials vienen con un chip natural de innovación, de ahí la importancia de incorporarlos y encauzarlos para que brinden también ellos su apoyo en esta materia. Hoy en día son cada vez más los jóvenes pertenecientes a esta generación que logran en todo el mundo premios de innovación en diferentes sectores e industrias.
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Por Raciel Sosa, Director General de Leadex Solutions www.leadex.com.mx
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