Seguramente, en algún momento has pensando en tener tu negocio propio, incluso ya lo estás impulsando. También habrás pensado en cómo hacer que éste te permita generar ingresos suficientes para que sea rentable, mejorar tu calidad de vida, y proyectar tu futuro. Son múltiples las motivaciones que nos impulsan a llevar a cabo muchos proyectos personales, familiares, profesionales, cada uno, con un propósito específico.
Te has preguntado cuál es el propósito de tu negocio. Tal vez sí, o tal vez no, no importa, en esta oportunidad te invito a ti, a qué te preguntes, y si ya lo sabes, preguntarte si este propósito está enfocado en lograr objetivos económicos, sociales, ambientales u otro, que hayas contemplado. El dinamismo en el que se mueve la economía, nos invita a reflexionar sobre lo que tenemos que hacer para hacer que nuestro negocio sea rentable, eficiente, productivo, competitivo, pero; ¿nos damos la oportunidad de reflexionar sobre su propósito?
A través de estas líneas quiero destacar la funcionalidad de los negocios, más allá de su carácter económico, es decir, a través de éstos podemos alcanzar grandes propósitos, que tal vez, no hemos contemplado. Un claro ejemplo, son los emprendimientos sociales, que a través de las últimas décadas han tomado fuerza, y hoy son centro de atención de diferentes actores de la sociedad, como empresas, gobierno, fundaciones, entre otras.
Antes de definir al emprendimiento social, quiero señalar, que existen emprendimientos tradicionales, y sociales. ¿Cuál es la diferencia? Sin profundizar demasiado, ambos tipos de emprendimientos comparten similitudes, especialmente en las herramientas y modelos bajos los cuales operan, es decir, los emprendimientos tradicionales están impulsados principalmente por objetivos económicos, mientras que los emprendimientos sociales, están impulsados principalmente por objetivos de corte social. Los múltiples ejemplos de negocios, nos demuestran que se pueden perseguir ambos tipos de objetivos al mismo tiempo, sin embargo, ¿cuál es la diferencia entre estos dos? La respuesta es muy sencilla, los emprendimientos sociales se caracterizan porque sus objetivos están en el centro de su propósito, es decir, existen porque buscan generar soluciones a las diferentes problemáticas sociales y ambientales que hoy aquejan al mundo. Mientras que los tradicionales, dentro de su propósito buscan atender un mercado, satisfacer una necesidad específica, ofrecer experiencias, o generar riqueza.
Los emprendimientos sociales, nacen por el sentido social de sus fundadores, con el fin de lograr cambios positivos en su entorno, es decir, no esperan a que los demás resuelvan los problemas cotidianos. Pero ¿Se puede generar ingresos a partir de atender necesidades sociales? La respuesta es que sí, de hecho, los emprendimientos sociales se destacan por buscar resolver dichas problemáticas a través de modelos de negocio que sean rentables. Cada vez son más los emprendimientos sociales que son ejemplo del gran valor social que generan, y también del impacto positivo en la sociedad.
Ahora, ¿te llama la atención ser emprendedor social? ¿siempre has tenido la inquietud de resolver un problema social? pero no sabes cómo, o no te animas porque no puede ser una idea rentable. Te tengo buenas noticias, cada vez, son más las organizaciones que se dedican a impulsar y apoyar a los emprendedores sociales, en las diferentes etapas de su desarrollo, desde la identificación del problema y planteamiento de la solución, hasta la financiación y el diseño de un modelo de negocio rentable y escalable. Ésta es la oportunidad perfecta para que tomes impulso, los negocios pueden tener otro propósito adicional a la generación de ingresos económicos, por eso te invito a que lo reflexiones, y tomes impulso para que lo lleves a la realidad, el mundo necesita de tus ideas y de tu talento.
¿Por dónde empezar? Seguro estas líneas solo te dan una pequeña introducción para comprender el gran impacto que puede tener el emprendimiento social, por eso, en primer lugar, te invito a qué sigas investigando sobre este tema, existe una gran variedad de casos que, sin duda, te van a inspirar, y te van a dar mayor claridad de qué es el emprendimiento social, y quién es un emprendedor social. En segundo lugar, te invito a que analices cuál es la problemática que más te inquieta, y la cuál te apasionaría resolver, es decir, está relacionada con la salud, la educación, alimentación, derechos humanos, medio ambiente… Para esto, te invito a revisar los objetivos de desarrollo sostenible, los cuales son una gran herramienta para comprender las grandes necesidades que tenemos a nivel mundial y cómo puedes adoptar uno de estos retos a resolver. Lo más importante, es que te comprometas a conocer bien esta problemática, entender a quiénes afecta, por qué se genera, qué se está haciendo para resolverlo, cómo puedo aportar soluciones, y a partir de allí, plantear una solución, que puede resultar en una propuesta innovadora con un modelo de negocio que ayude a resolverla, y que también sea innovadora en el mercado y logre ser rentable con el fin de ser sostenible en el tiempo. Si quieres ser emprendedor social, este es el mejor momento.
Ing. Diego Gómez Luna, Académico de la Facultad de Responsabilidad Social de la Universidad Anáhuac México
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