De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Tinbergen de Amsterdam, las dos principales razones que limitan el emprendimiento femenino es el alto miedo al fracaso, bajos niveles de optimismo y confianza en sí mismas, y la dependencia financiera. Sin embargo, Juana Ramírez indicó que existen muchas formas en que las mujeres se pueden desarrollar personal y profesionalmente.
Durante su ponencia Mujer y Emprendimiento, realizada durante CREO MX, evento que busca impulsar el emprendimiento en México, .Juana Ramírez, socia fundadora de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM), dijo: “Uno de los factores más importantes que afectan de manera negativa el emprendimiento femenino se encuentran los estereotipos que existen alrededor del estilo de vida de una mujer.”
“Los arquetipos sobre el “deber ser” de las mujeres son: esposa devota, madre intachable, hija perfecta, amiga incondicional, vida sana, equilibrada y cuerpo en forma… Todo no se puede, o al menos no al mismo tiempo,” comentó Juana Ramírez
La también fundadora de grupo SOHIN detalló algunos puntos que deben tener en cuenta las mujeres antes de emprender:
- La vida es como un ecualizador, cuando se le “sube el volumen” a algo, es decir, cuando se prioriza un proyecto en particular, necesariamente se le tiene que bajar a otra cosa. Simplemente no se puede hacer todo en simultáneo.
- Emprender no es hacer empresas, aunque suene contradictorio. Se trata de tomar decisiones de vida y estar dispuestos a pagar el precio.
- El éxito es simplemente tu definición personal de felicidad. Definirlo en términos de dinero, crecimiento y poder, resulta vacío.
Por otra parte, la socia fundadora de la ASEM manifestó que: “preferir la meritocracia a las políticas de cuotas de género en la IP o el gobierno, ya que las personas que deben ocupar puestos importantes como la dirección de una empresa, deben ser los mejores atendiendo al bien común y no deberían importar los criterios de género, raza, creencias religiosas o preferencias sexuales”.
“Las cuotas de género no garantizan que las personas que dirijan una empresa o lideren el país sean las que mejor se desempeñan en su trabajo, además de que no son una solución real al problema de la brecha de género en nuestro país. Las personas deben ganarse su puesto de trabajo por sus capacidades”, agregó.
Pese a no compartir la idea, Ramírez indicó que entiende porque se crearon las cuotas. Según datos del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), se estima que la brecha global de género tardará más de 200 años en cerrarse, de acuerdo con el Informe Global sobre la Brecha de Género 2018. Por ello, “utilizar este tipo medidas, nos pueden ayudar a acelerar ese proceso igualitario entre hombres y mujeres, ya que representa una gran ventaja en términos económicos al aumentar la oferta y demanda de trabajo”.
De acuerdo con el estudio The power of parity: How advancing women’s equality could add $12 trillion to global growth, realizado por la empresa consultora Mckinsey & Company, los beneficios de avanzar en la igualdad de género se traducirán en más de un billón de dólares en la próxima década, siendo la segunda ganancia potencial más elevada a nivel global.
“Todos debemos tomar estas medidas únicamente como transitorias y con una condición: que las posiciones y los puestos de trabajo los tenemos que ganar en el futuro porque somos capaces, no porque somos mujeres o porque somos hombres, sino por nuestras capacidades”, afirmó la experta durante su conferencia.
Redacción
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