Las personas en todo el mundo están viviendo una época sin precedentes. Si bien la crisis de COVID-19 ha trastocado el mundo en los últimos meses, su impacto en el entorno laboral también ha sido histórico.
Tómese como ejemplo de este cambio radical a los empleados que trabajaban en la oficina y que ahora lo hacen desde casa. Según un informe publicado recientemente por Udemy, los empleados se están apoyando principalmente en la formación online para descubrir cómo pueden ser efectivos en su puesto de trabajo, que ahora es remoto.
Hay un notable incremento en las inscripciones a cursos relacionados con el home office (aumento del 21.598%) y equipos virtuales (aumento del 1.523%), así como en la toma de decisiones (aumento del 277%), autodisciplina (aumento del 237%) y gestión del estrés (aumento del 235%).
Navegando en un cambio masivo: un plan de acción
Con las apuestas más altas que nunca, y las empresas enfrentándose a los desafíos más grandes de la historia reciente, los ejecutivos deben hacerse una pregunta directa: “¿Cómo puedo liderar mi empresa en medio de una tormenta histórica, sin brújula y sin tierra a la vista?”.
A medida que los líderes empresariales se embarcan en las aguas desconocidas del año 2020, hay una serie de principios de liderazgo que deben aplicarse para que ese viaje tome rumbo. Para obtener los mejores resultados comerciales, los managers deben profundizar en la esencia del liderazgo para completar ese viaje y guiar hacia costas más seguras a todos los que se encuentran a bordo.
Haga de la “calma” una prioridad del liderazgo
Una pandemia global es un momento en el que el pánico puede y se instala en la vida de las personas. Pero eso no puede suceder en la sala de reuniones. La primera obligación de cualquier colaborador encargado de tomar decisiones y liderar la empresa en tiempos turbulentos es transmitir calma, incluso si existe la tentación de caer en un estrés infinito.
No es ningún secreto que los trabajadores buscarán señales en la gerencia sobre cómo deben actuar ellos mismos. En una crisis de salud global, ese escenario crece exponencialmente de empleado a empleado. Al exhibir calma, y establecer esto como el sentimiento de la compañía, los directivos pueden generar confianza en las operaciones y en su misión. Éste es el rasgo de liderazgo más importante que los miembros del equipo absorberán.
En ese sentido, demostrar calma cuando se lleva el timón de la empresa no es un lujo, es una necesidad.
Ser realista
Si bien la calma es la consigna del management durante una crisis, los líderes de la compañía también deben ser realistas durante la pandemia.
Eso significa comunicarse auténticamente con los empleados. Si un gerente no es transparente y directo durante una crisis, y opta por controlar la información crítica de la empresa, corre el riesgo de perder credibilidad en un momento en el que la credibilidad es lo que más se necesita.
En cambio, ser sincero con los empleados sobre las decisiones y estrategias actuales de la compañía, incluso cuando toma esas decisiones sobre la marcha durante la pandemia.
Los empleados apreciarán la honestidad – incluso si esa honestidad necesita ser comunicada en un entorno de trabajo remoto y muy alterado.
Impulse un “equipo de crisis” para garantizar una mayor estabilidad
Los empleados y clientes son los activos más valiosos de una empresa, y proteger su salud debería ser una prioridad para la alta dirección.
Por eso, una buena idea es diseñar un sólido “equipo de respuesta a la crisis”, formado por los grupos de interés críticos para la compañía. Como la crisis de COVID-19 es de una naturaleza dinámica, también lo son las estrategias que las empresas deben implementar para estar al día con los eventos actuales.
Al formar un equipo de gestión de crisis, compuesto por varios jefes de departamento y comunicadores de la compañía, los líderes corporativos tienen un grupo de liderazgo clave que administrará varias funciones clave.
En primer lugar, el equipo puede monitorizar y comprobar el desarrollo de las noticias generadas por la crisis. También puede responder a los constantes cambios en las normativas locales de salud y seguridad, proporcionando así una mayor seguridad a empleados y clientes. Finalmente, puede anticiparse al mensaje de “reactivación” de los líderes gubernamentales para permitir las interacciones cara a cara de los empleados al interior de la empresa.
Después de todo, cada crisis requiere una estrategia, y forjar un equipo de “solucionadores de problemas”, capacitados para ayudar a llevar a la empresa hacia aguas más tranquilas, es un gran activo para la compañía.
Ese es especialmente el caso cuando el cielo se despeja y la vida vuelve a la normalidad – y cuando un puerto seguro aparece a la vista en el horizonte.
Sergio Agudo, Director General para América Latina de Udemy.
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