La gestión de la seguridad en los centros educativos infantiles es un tema que adquiere relevancia en determinadas épocas del año, cuando problemáticas como la incidencia de robos de menores y la intromisión de personas desconocidas se presentan.
Sin embargo, para quienes la seguridad en las escuelas es un tema relevante todo el tiempo, es para las familias de los niños. Actualmente, los padres y tutores analizan con más detalle los sistemas de seguridad de las instituciones donde estudian sus hijos.
Algunos jardines de infantes, primarias y secundarias han cambiado la forma tradicional de verificar la identidad de las personas que recogen a los niños y del personal que ingresa a las instalaciones al implementar soluciones biométricas.
¿Por qué es importante realizar este tipo de acciones para blindar la seguridad en los colegios? Ya sea que administres una escuela o tengas hijos pequeños en edad escolar, ¡esto te interesa!
Mayor control sobre las entradas y salidas
En un instituto, el flujo de personas es constante y en horarios específicos tiende a ser mayor, como en la entrada y salida de los niños, cuando sus familiares acuden por ellos.
La llegada del personal, proveedores, padres y miembros del gremio educativo también representan un peligro que desafía a la institución cuando no hay sistemas de seguridad o los existentes no son confiables y eficaces.
Con dispositivos de reconocimiento biométrico, el riesgo de que entre alguien desconocido y salga con un niño se reduce, ya que la biometría facilita la identificación de padres, tutores, personal y proveedores a través de la lectura de sus huellas dactilares o de su rostro.
Con biometría, la escuela crece y mejora su prestigio
En definitiva, no es lo mismo que tu hijo estudie en una primaria donde te pidan corroborar con una autenticación biométrica que estás autorizado tanto para entrar a una junta como para llevártelo, a que el vigilante se conforme con ver de lejos un gafete.
Las sedes educativas que cuentan con dispositivos de identificación de identidad se vuelven 100% seguras para los niños, que cada vez se encuentran más tiempo en estas instalaciones tomando clases, cursos y actividades extraescolares.
Sin duda, adoptar medidas de tecnología biométrica le da un valor agregado a los servicios de la escuela de cara al cliente y puntos extras dentro de su sector.
La escuela deja de ser foco para la delincuencia
Cuando una institución realiza la gestión de la identidad digital con biometría, no sólo refuerza la seguridad de los niños, también la propia. Es un hecho que los delincuentes de una forma u otra consiguen información sobre qué tan fácil o difícil es entrar a robar.
En una escuela hay todo tipo de bienes materiales valiosos como equipos de tecnología multimedia que favorecen el aprendizaje, y un monto económico de caja que funciona para llevar a cabo la administración, pago de sueldos y compras eventuales.
Por esta razón, un instituto educativo que cuenta con dispositivos de reconocimiento biométrico para el control de sus accesos evita, en gran medida, que ocurran robos a plena luz del día o por la noche. Esta tecnología no sólo controla quién entra y sale de las instalaciones en general, también permite delimitar el ingreso a bodegas y zonas donde se guarde material costoso.
Actualmente, la tecnología de la biometría es más accesible que nunca, ya que puede operar desde la nube. Las escuelas que se decidan a transformar la manera en que gestionan su seguridad y la de sus alumnos lo pueden hacer mediante una inversión a la medida, que no afecte a su equilibrio financiero.
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