Sobre el tema de deudas o pasivos de los hogares, el informe de la Encuesta Nacional sobre las Finanzas de los Hogares (ENFIH) 2019 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en colaboración con el Banco de México, identifica que 56.9% de los hogares (20.9 millones) tiene algún tipo de deuda: 11.6% (4.2 millones) tiene una deuda hipotecaria y 53.8% de los hogares (19.7 millones) tiene deuda no hipotecaria, como tarjeta de créditos, créditos de nómina o personales, préstamos, etc.
El endeudamiento es un tema crítico y estresante, y más, cuando la inflación se dispara a 7.99%. Entonces, ¿es buen momento para solicitar un crédito? Gerardo Obregón, Fundador y Director General de Prestadero.com, comenta: “Cuando solicitamos un préstamo, existen varios factores a valorar como pueden ser los plazos, tasa de interés, la institución con la que vamos a solicitar, etc. Sin embargo, uno de los factores determinantes que tenemos que analizar antes que todo lo anterior, es nuestra situación financiera, en esta, tenemos que determinar si tenemos la capacidad económica para hacer frente a un crédito y si realmente podremos cubrir mes con mes la mensualidad que esto nos implica.”
No importa qué tipo de crédito solicites o para qué lo vayas a utilizar, en las siguientes situaciones, tienes que evitar solicitar un crédito para no meter en apuros a tu estabilidad económica. Por ellos, Prestadero, esboza 5 momentos en que no es bueno solicitar un préstamo:
1. No tener ingreso. Recuerda que un crédito implica una cantidad de dinero mensual que tendrás que pagar durante determinado tiempo y si, no tienes ingresos fijos, cubrir esta mensualidad pudiera llegar a costarte trabajo o dependiendo del monto solicitado inclusive podrías no cubrirla, lo que te comenzara a generar intereses moratorios, haciendo tu deuda aún más grande. Si tus ingresos son variables y tu estilo de vida ya se adaptó a esto, seguro tendrás un mínimo mensual contemplado y si deseas solicitar un crédito, podrás hacerlo siempre y cuando la mensualidad de este no comprometa este mínimo mensual.
2. Ya cuentas con un crédito y tu capacidad de pago está al límite. Si tus finanzas ya están a tope y te comienzan a ahorcar las deudas ¿qué te hace pensar que vas a poder solventar otro crédito? Si tu intención es pagar un crédito con otro, esto te puede funcionar para darte algo de tiempo, siempre y cuando las condiciones de este segundo sean mejores que las del primero, sin embargo, esto no solucionará tus problemas ya que solo estarás tapando un hoyo y haciendo otro.
3. Usar un crédito como extensión de tu sueldo. Si tus ingresos no son suficientes para cubrir tus necesidades mes con mes, lo peor que puedes hacer es complementar tus ingresos con un crédito, recuerda que un crédito no es dinero regalado, te lo prestan, por lo que en algún momento tendrás que pagarlo y con ciertos intereses de por medio, lo que complicará tu situación aún más. No te gastes lo que no tienes, si tienes necesidad económica, mejor busca fuentes de ingreso adicionales.
4. Tus ingresos no pueden cubrir las mensualidades del préstamo. No cubrir las mensualidades de tu crédito, es algo que podría traerte problemas en diferentes medidas, desde manchar tu historial crediticio, quitarte la posibilidad de solicitar créditos a futuro y/o haciendo que tu deuda crezca de sobremanera a causa de los intereses moratorios. Si no tienes la capacidad económica para solventar un crédito, mejor no lo pidas y ahórrate muchos problemas. Obregón aconseja: “Para saber qué tan viable es solicitar o no un préstamo, la mensualidad no deberá de superar en 30% de tus ingresos”, con base en este parámetro, te será más fácil determinar qué tan viable es solicitar.
5. Tienes urgencia de dinero. Este, probablemente es el peor de los escenarios ya que al momento de tener necesidad, podemos llegar a tomar muy malas decisiones, como aceptar malas condiciones de créditos o en el peor de los casos, donde nadie te quiere prestar, pudieras caer en fraudes por la desesperación de querer conseguir dinero. Si esta necesidad es para poder saldar tus deudas, no caigas en malas prácticas, siempre es mejor acercarse a las instituciones donde tienes esta deuda y pedir una reestructuración. Si te encuentras en alguno de los anteriores escenarios, no solicites un crédito, mejor busca otras soluciones y ahórrate problemas a futuro, concluyó Obregón.
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