Ante los múltiples estímulos, responsabilidades y obstáculos que el ser humano atraviesa en la vida cotidiana, es muy sencillo verse expuesto o expuesta al caos emocional, al desequilibrio interior o, a la desconexión con nuestro interior que nos hace perder poder personal. Para contrarrestarlo y volver a la calma, la respiración, el despertar y equilibrio del centro energético del corazón, son la clave para vivir una vida más equilibrada y decir adiós al drama.
“Nos dejamos llevar por emociones negativas porque es muy sencillo ceder ante los estímulos que nos rodean. Solemos depender de lo que pasa afuera y buscamos balance en los demás, en el trabajo, o en recompensas pasajeras, pero a fin de vivir en verdadera paz, es necesario un trabajo consciente desde adentro: trabajar el poder interior de nuestro corazón, y conectar con un corazón encendido y armónico, que es lo que enseño en mi libro Enciende tu Corazón”, explicó Cynthia Zak, compositora, maestra de mindfulness, experta en meditación y autora.
Zak explicó que el primer ejercicio que puede llevarse a cabo para lograr este equilibrio interior, es aprender a regular la respiración, lo cual regresa al practicante al momento presente y a un estado de magnificencia con ayuda del corazón y el amor propio. La respiración consciente aporta múltiples beneficios, tales como:
- Pasar de un estado de miedo (u otras emociones negativas) a un estado de gracia.
- Ser más conscientes de lo que pasa y está alrededor.
- Mejora la relajación, calma, y la calidad de sueño.
- Ayuda a contrarrestar el estrés.
- Ayuda a regular las emociones.
“Recomiendo añadir a la respiración consciente un enfoque en el centro energético del corazón, a fin de encender las neuronas que se encuentran ahí, y que la respiración se funda con amor propio y lleve a un estado aún más elevado de calma y bienestar. Para lograrlo, puedes hacer los siguientes ejercicios que aconsejo en mi libro”, indicó Zak:
1. Conexión con los latidos: Realizar alrededor de 5 respiraciones profundas, inhalando profundamente durante 3 a 5 segundos, reteniendo 3 y soltando en 3 a 5 segundos. Al respirar, se procede a identificar los latidos del corazón, su constancia, su fuerza, ritmo, etcétera. “Siente cómo varía dependiendo de la intensidad de tu respiración y coloca tu mano derecha sobre la parte interna de la muñeca izquierda para detectar mejor las sensaciones. Luego, reconoce tu grandeza interior, así como la bendición de la vida y la maravilla de las funciones de tu corazón y todo tu cuerpo”, indicó la autora.
2. Bajar niveles de drama: Primero, se respira profundo y se observan los pensamientos como si se estuviera viendo una película, después, se identifica uno de los pensamientos más recurrentes que aparezca en la mente durante el ejercicio para proceder a detectar en qué parte del cuerpo se siente ese pensamiento.
Mientras la respiración fluye, se dice: “Yo tengo el poder de bajar mis niveles de drama y el poder de subir mis niveles de calma”; esto debe repetirse con cada pensamiento recurrente. Finalmente, se identifica el lugar del cuerpo desde donde se siente que procede la calma, “es a este espacio al que debemos regresar en momentos de estrés o malestar emocional”, explicó Zak.
3. Frenar el secuestro emocional: Se respira profundamente de 3 a 4 veces y se lleva la mano derecha a la coronilla y la mano izquierda al corazón; en esta posición, se procede a respirar profundamente con los ojos cerrados otras 3 o 4 veces, mientras se repite en la mente: “Soy una fuente de amor constante, estoy seguro, estoy sano, estoy protegido”, sintiendo cómo el ritmo cardiaco se suaviza.
Después se abren los ojos y se masajean las sienes al mismo tiempo que se abre y se cierra la boca para aflojar la mandíbula. Para concluir, se lleva la mano derecha a la frente y la izquierda a la nuca mientras se respira otras 3 veces. “Este ritual es especialmente útil cuando nos sentimos presa de emociones negativas fuertes o sentimos un desbalance interior”, indicó la autora de Enciende tu Corazón.
4. La casa interior: Nuevamente, se respira de manera profunda, visualizando el cuerpo como si fuera una casa en la que se abren las ventanas de la mente y el corazón. Luego, se realiza un estiramiento del cuerpo, “cada vez que te estires visualiza cómo entra el sol. Más tarde, muévete, y en cada paso que des da las gracias. Este ejercicio también te ayudará a liberarte del secuestro emocional, así como a expandir tu capacidad pulmonar”, explicó Zak.
5. El ojo de Horus: Primero, se relaja el cuerpo y la mente por medio de la respiración consciente. Luego, se lleva uno de los dedos al entrecejo y se realizan movimientos circulares, ya sea en dirección a las manecillas del reloj o viceversa; la presión debe ser suave. Después, se dedican unos momentos para concentrarse nuevamente en la respiración, y se procede a imaginar cómo todo el metabolismo y las emociones se regulan, ayudando al cuerpo y la mente a descansar, luego, se repite: “Todo lo que pido, todo lo que necesito, se manifiesta”.
“Realiza estos ejercicios con convicción y con la intención de despertar el poder de tu corazón; con práctica y paciencia, lograrás cada vez más gestión de tus emociones. En tus manos está la llave para aprovechar todo tu potencial emocional y vivir en equilibrio, ¡dile adiós al drama”, finalizó la autora.
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