Cada año, cinco de cada 10 personas tienen como propósito mejorar la salud y hacer ejercicio, pero son pocos los que buscan mantenerse en forma. De acuerdo con David Jiménez, Nutriólogo y Gerente de Enlace Inter-Empresarial y Proyectos Wellness, y Kines, la salud no sólo se compone del estado físico sino del complemento de lo emocional, lo psicológico y lo social, por ello es importante que la persona aprenda a mediar cada uno de los rubros que lo componen, manteniéndolos siempre en balance.
Algunas recomendaciones que estas empresas brindan:
– Alimentación: Es común escuchar que estar a “dieta” es abstenerse o limitarse en algo, lo cual es un error, este concepto surge como definición de los alimentos que consumimos a lo largo de un día, por ello es correcto decir estamos a dieta, pero la misma puede ser o no la adecuada para cada individuo. Los nutriólogos de enseñan a balancear lo que podemos consumir de acuerdo a lo que utilicemos en nuestras actividades diarias, consumiendo más, aquellos nutrimentos o micronutrimentos estrictamente recomendados y no exceder por suplementación.
– Ejercicio: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda acumular a lo largo de una semana 150 minutos de ejercicio para mejorar los niveles metabólicos (presión arterial, glucosa en sangre, grasas en sangre y depósitos hepáticos, función renal, entre otros). Para la práctica de ejercicio se puede iniciar con caminatas de 10 minutos diarias, las cuales al final de la semana habrán acumulado 70 minutos que resultan muy buenos para iniciar el trabajo. Posteriormente se puede progresar con el uso de la bicicleta o yendo a un gimnasio o una alberca o a un centro de baile para mantener ese consumo energético diario adecuado a cada individuo.
– Descanso: Se ha demostrado en varias publicaciones científicas serias que el no dormir y descansar nos condicionan a más enfermedades metabólicas, neuropsiquiátricas y psicológicas. El descanso no significa dormir más de lo común ni aprovechar quedarnos en cama después de desvelarnos en la fiesta, sino que debemos cumplir con el tiempo necesario en el cual nuestro cuerpo repara y produce tejidos dañados, ciertas hormonas que no se producen en el día (hormona de crecimiento), además de regular el sistema inmunitario y de que el subconsciente se haga presente y nos distraiga de las actividades cotidianas que llevan a un nivel estrés anormal.
– Hidratación: Así como existe el concepto “somos lo que comemos”, de igual forma aplica a “sudamos y nos hidratamos con lo que bebemos”. Se debe considerar al agua como una parte muy importante de la vida y no se sustituye por bebidas rehidratantes, refrescos, jugos, caldos, y mucho menos por bebidas alcohólicas, el agua se debe distribuir a lo largo del día y no beberla en una sola toma.
– Socializar: La mayoría de nuestras actividades o celebraciones giran alrededor de un círculo social. Aunque es fundamental socializar se recomienda evitar los lugares en los cuales hayan determinantes en salud que nos perjudiquen como es el caso del cigarro, los cuales tienen un impacto en detrimento en nuestra salud. Procurar los lugares donde se conjunte un ambiente social divertido y sano o bien fomentar las reuniones al aire libre donde no haya acumulación de gases tóxicos y se pueda practicar alguna actividad física.
– Emocional: Realizar alguna actividad para mantenerse saludable libera más hormonas que nos brindan diversas emociones como la sensación de bienestar y felicidad. Cada emoción tiene una respuesta neuroquímica en nuestro cerebro, y cada hormona despierta o activa una respuesta de felicidad, placer o tranquilidad en el ser humano, por ello, hacer lo que nos gusta y cómo nos gusta nos da placer pero no siempre salud, en cambio, tener hábitos saludables que nos generen placer siempre nos traerá en consecuencia salud.
Redacción Pymempresario
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