El factor estratégico que permite enfrentar las condiciones de incertidumbre o situaciones complejas en las empresas, se conoce como Resiliencia Organizacional.Es decir, a la manera de operar, gestionar riesgos y aprovechar las oportunidades que se presentan en las organizaciones de cualquier tamaño, con el fin de pasar la prueba del tiempo y prosperar.
“Problemáticas tales como brechas de seguridad o disrupción en los negocios, entre otras, pueden dañar la reputación de la empresa de la noche a la mañana, a pesar de haber sido forjada durante décadas”, advirtió Eduardo Muñoz, Director de BSI Group México y LATAM.
El sistema global pone a prueba la longevidad de las organizaciones. “Ante los embates el ensayo y error no deben ser utilizados para probar un nuevo modelo de negocio o impulsar un producto o servicio; ello puede provocar consecuencias desastrosas para una organización, no solo en lo económico, sino en uno de los temas que tiene a los ejecutivos despiertos por las noches: proteger su marca e imagen”, señaló Muñoz.
En este mundo el éxito lo definen aquellas personas que aprenden de las experiencias, aceptan y adoptan el cambio para regresar más fuertes y con mayor conocimiento. Se trata de adquirir hábitos de excelencia y mejora continua para convertirse en una organización adaptable, ágil de detectar y reaccionar a los imprevistos de manera inteligente, explicó el Director de BSI.
Pero ¿Qué se requiere para sobrevivir y permanecer? según Maricarmen García, especialista e instructora de BSI, subraya que la resiliencia es una guía que permite las organizaciones controlar la incertidumbre con la implementación de estrategias para que no de traduzca en un problema, sino en oportunidad de crecimiento para el negocio.
Existen 3 subtipos generales para entender la Resiliencia Organizacional:
1. Resiliencia operacional, implica entender cómo opera la organización, su medio ambiente y capacidad holística de aprendizaje. La empresa debe ser capaz de alimentarse de información relevante, generar análisis y aprender de ella.
2. Resiliencia de la información, además de considerar niveles de disponibilidad, protección, planes de continuidad y de recuperación de desastres, se implica la necesidad de generar conocimiento para la creación de una inteligencia organizacional.
3. Resiliencia de la cadena de suministro, ésta no debe ser solo robusta y segura, requiere ser conocida a detalle ya que aquí existe un alto riesgo de la operación y por lo tanto, la reputación de la empresa se puede ver comprometida.
Según datos del INEGI, los negocios supervivientes entendidos estos como el número de organizaciones que permanecen en actividad económica desde que nacen- en sectores como el manufacturero, comercio, servicios privados no financieros, entre otros- es de entre 10 y 25 años.
“Anticiparse a los hechos para garantizar que se siga adelante y se perdura. Se reconoce lo que pasa o puede pasar y buscar garantías, al final es parte de la resiliencia; la intención es crecer y prosperar en un marco de respeto a las personas y el medio ambiente, todo ello circunscrito en una serie de estándares internacionales que permiten el desarrollo y la adopción de estrategias resilientes” explica Maricarmen García.
Ivonne Álvarez/Fernando Heredia
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